"¿Es Chávarry el responsable de los avances del Ministerio Público que hemos visto en las últimas semanas? En la Fiscalía, ni siquiera comprar papel higiénico es un proceso que se pueda empezar y terminar en un mes".,He escuchado mucho la frase que encabeza esta columna, pero sobre todo –y mucho más triste y peligroso- la he visto materializándose más veces de las que me gustaría reconocer. Sobre esta “lógica” –suicida a menos que quien la profiera esté buscando la protección de sus iguales- es la base sobre la que se sostiene esa pequeña corriente de opinión según la cual un mentiroso comprobado como el Fiscal de la Nación, Pedro “el hermanito Gonzalito” Chávarry debe mantenerse en el cargo. ¿Cómo alguien con la credibilidad tan mellada como Chávarry va a perseguir el delito a nombre de la Nación? ¿Quién le va a creer cuando archive una investigación contra algún “notable” como Toledo, Humala, PPK, Alan García o cuando o los persiga con denuedo? ¿Qué país no albergaría a cualquiera de ellos si el debido proceso se puede poner en duda por la credibilidad del Fiscal? O no se dan cuenta o no les interesa: algunos están más preocupados en salvar el propio pellejo que en que se haga justicia. Tiene sentido entonces que se prefiera en el cargo a un “hermanito” que te archive la investigación y decida que no hay pruebas suficientes para acusarte ante el Poder Judicial, que a un caviar que no sale corriendo cuando le tiras la pelota para que mire para otro lado. Como el fiscal José Domingo Pérez, por ejemplo, cuya cabeza ya piden varios de quienes apoyan a Chávarry. ¿Es Chávarry el responsable de los avances del Ministerio Público que hemos visto en las últimas semanas? En la Fiscalía, ni siquiera comprar papel higiénico es un proceso que se pueda empezar y terminar en un mes. Sin embargo, hay quienes afirman que lo avanzado, fruto de investigaciones que empezaron el año pasado, se las debemos a Chávarry. Sería risible si no fuera una clara demostración de desesperación y quien desespera suele ser capaz de cualquier cosa: el delincuente que se siente acorralado y perdido se vuelve más avieso y más avezado porque no tiene nada que perder. Esto último es un recordatorio para usted, Presidente Vizcarra. Es muy difícil debatir con alguien que opina que IDL-Reporteros hace daño al país porque profundiza la polarización al revelar la podredumbre del sistema de justicia. Ni Walter Ríos ni César Hinostroza y sus asquerosidades son los que nos tienen reventados, sino quienes los pusieron en evidencia. Y ya que hablamos de Hinostroza, sostener eso es como afirmar que quien denuncia al tío violador de su sobrina menor de edad atenta contra la unión familiar: mejor lo dejamos que siga violando, no vaya a romperse la familia. No me referiré aquí al Cardenal y su nula empatía por las niñas violadas que necesitan abortar o que necesitan, al menos, que el juez no libere a sus violadores: para él los audios que evitaron que al menos uno de estos miserables siga liberando pederastas, son un chantaje y el problema. Y esto es lo otro que no entiendo: Si voy a comer y a celebrar con delincuentes, coimeros, corruptos, operadores de esos mismos corruptos y me tomo fotos con ellos y después –qué cosa rara– coincido con sus preferencias para Fiscal de la Nación y me opongo a la misma gente a la que se oponen esos que sé muy bien que son delincuentes, ¿puedo luego hablar de transparencia y condenar la corrupción cuando no me jode ni un poquito restregarme con toda esa basura solo porque también llama “caviares” a mis enemigos? ¿Con esos que, además, son unos mercas de lo peor y se creen los custodios de los “valores tradicionales” y “libertades” que no cumplen y que solo exigen a los demás? No, no lo voy a entender nunca. Antes de que esto se acabe, se va a poner peor.