¿Debemos preocuparnos por el futuro de Sendero Luminoso y sus vástagos políticos? Hay un clima de polémica en torno a este tema, alentado por las excarcelaciones de estos días. La hipótesis más dramática es que bajo ciertas condiciones SL, léase la lucha armada contra el Estado, puede volver con fuerza. Esas condiciones serían el descuido y la tolerancia. Otra hipótesis es que SL puede crecer entre sectores de la población hasta convertirse en un foco radical importante, pero que sus posibilidades de volver a tener un desarrollo militar son nulas. Los argumentos son los decenios de carcelería de sus líderes, la mayor alerta y preparación del Estado. Luego hay quienes imaginan el rebrote de un SL que se incorpora a la vía legal y en ese mismo movimiento se va desradicalizando. Como el Apra a mediados del siglo pasado o las FARC colombianas en estos días. Es a lo que apuntaría Movadef con su actividad en centros educativos y sindicatos, y su búsqueda de una inscripción en el JNE. Son hipótesis excluyentes, que invitan a distintos modos de actuar. En una hay que continuar la lucha contra SL en todas sus formas. En otra basta con mantenerles cerradas las puertas de la legalidad. En la tercera es implícito que nada siniestro sucedería si es abierto el acceso a los mecanismos democráticos. ¿Qué tipo de organización se puede volver SL? Un reciente libro sobre mafias, reseñado por John Lloyd, da dos reglas de oro: “las mafias se ven como instituciones de gobierno, en competencia con el Estado legítimo” y “las mafias florecen en las democracias”. Así, lo que las mafias buscan es sobrevivir como mafias, no transformarse. En los análisis sobre el tema en el mundo se considera que los casos de decapitación de grupos violentos (prisión o muerte del liderazgo) suelen producir el fin de la amenaza. Sin embargo existen algunos contraejemplos, casi todos en el densamente ideologizado terrorismo islamista. ¿Dónde está hoy ubicado SL en este aspecto? Es la típica situación que solo se va a dilucidar con el paso del tiempo. Mientras tanto un Estado debe curarse en salud y tener una política frente a todas y cada una de las posibilidades sobre el tablero.