El viernes la interpelan. Bancadas deciden en estos días su posición ante la posibilidad de sacar a la ministra por las fallas en el manejo del conflicto magisterial.,Aunque se suspendió la huelga de maestros, el futuro de la ministra de Educación, Marilú Martens, sigue siendo complicado. En el Congreso, legisladores de diferentes bancadas exigen su salida del gobierno, a pocos días de su interpelación, programada para este viernes 8. Los tambores de censura retumban todavía con energía. La bancada mayoritaria, Fuerza Popular, evaluaría hoy, con su lideresa Keiko Fujimori, si censurará a la ministra de Educación, Marilú Martens, luego de su interpelación este viernes, según indicaron algunas fuentes. PUEDES VER Carlos Basombrío: “Es muy inconveniente que Marilú Martens sea interpelada” Sin embargo, el vocero de la bancada, Daniel Salaverry, aseguró que esperarán las respuestas de Martens para decidir si dan el paso de sacarla. "Vamos a escuchar primero a la ministra, que es lo serio y responsable. No hay ningún acuerdo que vaya más allá de la interpelación por el momento", dijo para esta nota. Sobre la reunión de hoy con Keiko, adujo que había otros temas importantes en agenda, como la visita del premier Fernando Zavala al Congreso este jueves para sustentar el proyecto de presupuesto nacional para el próximo año. No obstante, cuestionó al gobierno por el mal manejo del conflicto con los docentes. "No hubo estrategia, decisión ni mano firme para afrontar el problema desde el inicio y darle solución. Por eso, se acordó interpelarla. No queremos adelantarnos porque ya no tendría sentido la interpelación", anotó. Varios fujimoristas han reiterado la idea de que Martens debe renunciar. Su vocero alterno, Héctor Becerril, ha sido uno de los más entusiastas. "Martens: Maestros levantaron huelga por iniciativa propia. La huelga terminó, Ud. demostró incapacidad total ¿Y cuando presenta su renuncia?", publicó en Twitter. El vocero del Frente Amplio, Wilbert Rozas, sugiere la censura. Su grupo fue el que planteó la interpelación. "Lo normal es interpelar antes para saber cuáles son los argumentos, pero cuando uno ve los resultados de una gestión, a uno lo hace pensar que puede ser una interpelación con censura (...). No hay que adivinar, si ya hemos visto lo que ha sucedido", comentó el izquierdista al diario Perú 21. El oficialista Vicente Zeballos alega que el levantamiento de la huelga debilita la interpelación. "Considero que esta no es lo más pertinente", anotó. Cesar Villanueva, vocero de APP, contó que mañana su bancada tomará una decisión. "Pero yo creo que se ha defendido la ministra. Si la censuran por mal manejo, habría que hacerlo con todo el gabinete", dijo. Víctor A. García Belaunde, vocero de Acción Popular, alega que más bien la interpelación se ha fortalecido tras la suspensión de la huelga. "Como de costumbre, primero hay que escucharla. Y después, se decide", dijo para esta nota. Jorge del Castillo, portavoz del APRA, sugirió que el fujimorismo habría quedado con los huelguistas en sacar a Martens. "Hay el 'run run' que le han ofrecido ahora mismo la cabeza de la ministra", comentó en el programa radial No hay Derecho, del Instituto de Defensa Legal (IDL). Salaverry rechazó esto. "Del Castillo ha quedado descolocado luego de su frustrada participación. Trata de justificar con este tipo de comentarios este fracaso", espetó. Para censurar a Martens se requieren, como mínimo, la mitad más uno de los votos. "Confirmaría una actitud de abuso" Santiago Mariani Politólogo y docente de la Univ. Ruiz de Montoya La censura, que al parecer se dará, confirmaría dos signos de estos tiempos políticos. Por un lado, que herramientas constitucionales para fortalecer el equilibrio de poderes son distorsionadas o usadas abusivamente por una mayoría que no tiene mayor proyecto político que condicionar al gobierno. La nueva embestida de la mayoría debería generar en el gobierno un debate interno que tenga como resultado un cambio en la estrategia seguida hasta ahora en su relación con el fujimorismo. El gobierno no puede seguir apostando a encuentros esporádicos e intrascendentes de diálogo. Como alternativa, debería poner toda la energía en desarrollar una agenda distinta que lo conecte y vincule con la opinión pública. La segunda cuestión que esta interpelación acabará de develar es el poco o nulo interés que hay por el impulso a una mejora sustancial de la educación pública por parte de la mayoría fujimorista. No es posible encarar esa mejora que las mayorías están demandando y necesitando con ministros que son removidos de su cargo. La inestabilidad que genera es contraria a la posibilidad de afianzar y consolidar en el tiempo una política educativa. En algún momento, la ciudadanía le demandará respuestas al fujimorismo por una conducta que imposibilita el avance en sectores claves para el desarrollo del país, como es precisamente la educación.