Es cierto que el gobierno está trabado, pero ¿dónde está la traba? ¿Está en el Congreso que es obstruccionista?, ¿está en el Ejecutivo que no sabe destrabar?, ¿está en la relación de ambos poderes?, ¿está en el gobierno dividido?, ¿está en la forma de gobierno (presidencialismo parlamentarizado) que le otorga muchos controles al Congreso sobre el Ejecutivo? Hasta ahora los analistas hemos estado viendo las trabas en las relaciones complejas del gobierno dividido. Es probable que todos los elementos que lo conforman contribuyan con su propia cuota a la trabazón gubernamental, pero hemos sobrevalorado a algunos de ellos y hemos subvalorado a otros en esta tarea trabadora. Bien vistas las cosas, me parece que la responsabilidad mayor de este problema reposa en el Ejecutivo que no sabe destrabar porque es un gobierno débil, lleno de tecnócratas, sin liderazgo político, sin partido, sin una coherente bancada congresal y sin una agenda pública definida que oriente su acción de gobierno. Más aún, es probable que la traba mayor no provenga del gobierno dividido, sino del Ejecutivo mismo cuando asumió como agenda principal el destrabe de los grandes proyectos de inversión que estaban paralizados por supuestas trabas burocráticas y sociales. Pero las trabas estaban en los proyectos mismos, mal elaborados, con enormes sobrecostos, hechos para favorecer a las grandes corporaciones dentro de una probable lógica de corrupción. Todo esto salió a luz con los escándalos de corrupción de Lava Jato que terminaron paralizando los grandes proyectos de inversión. El gobierno ha fracasado en esta tarea y está fallando también en el control de daños de la corrupción sobre la economía. Miles de personas que trabajan en algunas empresas, que están comprometidas con la corrupción, pueden perder el empleo sin tener responsabilidad alguna, lo que es a todas luces injusto. El gobierno está fallando también en reactivar la economía a través del impulso a la inversión pública en infraestructura y en miles de pequeños proyectos que pueden ayudar a mover la economía, especialmente en las zonas más pobres del país. Para superar las trabas que el gobierno se ha puesto, PPK no debe olvidar que la política está constituida por tres elementos fundamentales: los técnicos, los políticos y los ciudadanos. Los tecnócratas saben cuáles son los mejores medios para alcanzar los diversos fines que se propone el gobierno. Los políticos saben decidir sobre los medios propuestos por los técnicos haciéndolos compatibles con las demandas, los valores, los intereses y los sueños de la gente para conducir al país a buen puerto en tiempos de paz y de borrasca. Los ciudadanos pifian o aplauden. Si los políticos y los tecnócratas tienen éxito los aplauden; si fracasan, los pifian. Es obvio que el norte que orienta la acción de gobierno es una agenda pública discutida y acordada por los técnicos, los políticos y los ciudadanos, esto, por el país. Es obvio también que todo esto requiere la recomposición del gabinete presidido por un político.