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Opinión

Todavía divorciados, pero ya no tanto, por Mirko Lauer

La nueva opinión está siendo llamada una “reevaluación de las relaciones UE-Gran Bretaña”, un eufemismo que apunta a cierto carácter tentativo de ambos lados del canal. 

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Banderas de algunos países de la UE. | Pixabay | Pixabay

Una encuesta comentada en The Guardian revela un importante cambio de giro en la opinión de Gran Bretaña y la Unión Europea sobre el Brexit. La novedad es que todas las partes quieren relaciones más estrechas entre Londres y el resto de Europa. Las claves son la libre circulación y el acceso al mercado único de la UE.

El Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, CERE, dice que el cambio de opinión se debe a la invasión rusa de Ucrania y la elección de Donald Trump. Detrás de ambos factores está el temor a un debilitamiento de la OTAN. Así, el principio de unidad que llevó a la fundación de la UE, en 1993, podría demostrar ser más fuerte que los nacionalismos de estos días.

La nueva opinión está siendo llamada una “reevaluación de las relaciones UE-Gran Bretaña”, un eufemismo que apunta a cierto carácter tentativo de ambos lados del canal. El canje de libre circulación por acceso al mercado único europeo es aprobado por el 68 % de los británicos encuestados. Algo que casi equivale a un pedido de disculpas.

El estudio del CERE ve un clima similar por toda la UE, donde se ha consultado a 9,000 personas. Los partidarios de ir a un estrechamiento de lazos con Londres son la primera mayoría en casi todas partes, pero en ninguna pasan del 50 %. ¿Para quién es deseable acercar a Gran Bretaña y la UE? Para los países más importantes del continente sería un alivio.

Para los políticos británicos que impulsaron el Brexit, en varios casos con medias verdades o abiertas mentiras, esta es una derrota. Contra lo que se dijo, el Brexit no atajó la inmigración, sino que la alentó. Tampoco tuvo efectos económicos positivos. Puede decirse que no sirvió para nada o para muy poco.

Si el nuevo clima va a cuajar, necesita un diplomático de gran nivel, como Michel Barnier, quien acaba de dejar el premierato francés. Barnier fue el jefe de los equipos que cuidaron los intereses europeos en el divorcio de 2020, tuvo éxito y quizás conoce a algunos actores que han quedado.

Desde todo punto de vista es una buena noticia, que se sale al paso de dos tendencias que amenazan a lo europeo: el expansionismo ruso y el intento de Trump de someter a la UE. Ahora se necesita un líder europeo.