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Opinión

¿Es formalizable el oro narco?, por Mirko Lauer

El oro extraído ilegalmente funciona como la moneda de libre curso favorita en todo el amplio sistema de la delincuencia comercial en el Perú. 

larepublica.pe
MIRKO LAUER

La minería ilegal del oro ha venido siendo vinculada con el narcotráfico solo en términos formales: las dos son actividades ilegales, y la cifra de negocios del oro extraído ilegalmente ya supera largamente a la del narcotráfico. Esto último se dice para dar una idea del orden de magnitud de las dos ilegalidades en este momento.

Pero existe un vínculo bastante más profundo. El narcotráfico pone en manos de sus bandas grandes cantidades de soles, que es necesario lavar y eventualmente girar al exterior. Comprar oro ilegal suelto en plaza es una de las soluciones a ese problema. Minero y narco mutuamente se ahorran las dificultades de la bancarización.

Podemos asumir que las dos cifras de negocios se parecen porque, en un importante aspecto, vienen a ser el mismo negocio. No todo narco compra oro al borde de la carretera, pero muchos lo hacen. Aunque también hay inversionistas exclusivamente dedicados a la exportación, una rama antigua del negocio aurífero, incluso de oro en manos de minas legales.

Probablemente no es intención de todos los mineros ilegales del oro engancharse con las necesidades del narcotráfico. Aunque con el cotizado y proteico producto que ellos lanzan al mercado ese enganche es inevitable, también por su naturaleza de minería-hormiga, propicia al disimulo. Algo que le sucede a muchos bienes y servicios, cada uno a su manera.

Así, el oro extraído ilegalmente funciona como la moneda de libre curso favorita en todo el amplio sistema de la delincuencia comercial en el Perú. Tiene más ventajas que el dólar, y es un espacio con posibilidades de ganancias especulativas propias. No sorprende, entonces, que Reinfo, el falso sistema de formalización minera, domine el Congreso.

Michelle Carrere, de la ONG ambientalista Mongabay, hace notar que la minería ilegal del oro causa un doble daño: potencia la criminalidad en la economía y, en numerosos casos, destruye el medio ambiente en torno a sus actividades. Un tándem de daños sociales y depredación que también se manifiesta en el narcotráfico.

Formalizar la minería ilegal del oro es dificultar el acceso del narcotráfico a uno de sus instrumentos financieros más importantes. Por eso, el Reinfo seguirá prorrogado indefinidamente, más todavía a medida que se acerquen las próximas elecciones. Pues, aun si cabe la inocencia en el pequeño minero por la libre, la droga es la madre del cordero.