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Opinión

Indicadores sobran, faltan políticos, por Augusto Álvarez Rodrich

Sobre los que se inquietan por la rebaja del rating Perú.

larepublica.pe
AAR

Es enternecedora la preocupación extrema que les produce la rebaja de la calificación crediticia anunciada por S&P Global, a algunos sectores que contribuyen con entusiasmo al proceso de degradación económica del país, siendo evidente que lo único que les interesa es tener un arma para criticar, y sin entender que hay indicadores del retroceso del país más graves que ese.

S&P Global anunció, en efecto, la reducción de la calificación del Perú de BBB a BBB-, siendo el punto siguiente en la escala descendente la pérdida del grado de inversión, por un desajuste político severo que afecta el crecimiento, así como el riesgo de que la próxima elección incluso empeore todo.

Pero siendo eso muy preocupante, pues implica un retroceso hasta 2011 —cuando el Perú estaba en BBB-—, la pérdida del grado de inversión no está a la vuelta de la esquina, lo cual requeriría que los sectores políticos que han generado este resultado mantengan invicta su capacidad de errar, desde los de la izquierda parlamentaria que petardea la coherencia mínima del manejo económico, de la derecha con la misma vocación de perjudicar el balance fiscal por conveniencia subalterna, para no hablar de un gobierno con pusilanimidad para defender la consistencia económica que se requiere.

La mayoría de los que hoy reclaman por la rebaja de la calificación crediticia ni saben qué es eso —el riesgo de que el país incumpla sus obligaciones financieras—, y ni se preocupan por otros indicadores en declive que expresan mejor la regresión en que está el Perú.

Por ejemplo: número de personas que se van al año del país y porcentaje de jóvenes que desea emigrar; número de proyectos mineros de cobre que no arrancan por no tener permiso; porcentaje de ciudadanos que cree que la seguridad ha empeorado; porcentaje del PBI que representa la minería ilegal; porcentaje de niños de entre 6 y 35 meses con anemia; número de presidentes en un quinquenio; resultados de mejora en la educación escolar; mejora en el índice de democracia de The Economist; porcentaje de peruanos que cree que el Perú está retrocediendo…

En fin, indicadores sobran, lo que falta es políticos y autoridades responsables que decidan en función de lo relevante y no solo de su bolsillo.