Con la elección de Lima como ciudad sede de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos del 2027 tenemos una oportunidad de oro —sin precedentes— para lograr un impacto positivo en el medio urbano. Si bien los Juegos del 2019 fueron un gran ejemplo de ejecución de infraestructura deportiva de primer nivel en tiempo récord con una organización impecable, dejaron pendiente la mejora e integración de los entornos urbanos de las sedes.
Hoy en día, los eventos deportivos de escala global se organizan no solo por la competencia atlética en sí. Más bien, se aprovecha la inversión con el objetivo de generar un legado de grandes cambios en la ciudad con proyectos de infraestructura que generan bienestar más allá de la duración del evento.
Cuando se habla de legado en eventos deportivos, no se trata únicamente de infraestructura para los atletas de alto rendimiento. Si bien esta es importantísima para el desarrollo del deporte, el legado comprende también las obras complementarias que se ejecutan en beneficio de toda la ciudadanía. Estas incluyen grandes parques y espacios públicos que integren las sedes con el resto de su entorno, como se hizo en las olimpiadas de Londres 2012. Por ejemplo, los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile 2023 tuvieron un fuerte enfoque en la mejora del transporte público. Se introdujo una flota de buses de dos pisos para mejorar la movilidad, se intervinieron decenas de paraderos y se implementaron 7,4 kilómetros de vías exclusivas para este.
En cuanto a los Panamericanos del 2027 de Lima, no pareciera haber voluntad de los ministerios y la Municipalidad de impulsar mejoras sustanciales en la ciudad en el marco del evento. Se han propuesto intercambios viales; sin embargo, estos no están contemplados en el Plan Metropolitano al 2040, carecen de estudios que sustenten la inversión y se ha comprobado que generan más problemas que beneficios. Necesitamos mejores soluciones: estamos ante una oportunidad única para acelerar la implementación de los proyectos priorizados en el Plan Metropolitano, dejando un legado y mejorando la calidad de vida de millones de limeños y chalacos. Sería una pena desaprovecharla.