Fotocheck político de febrero, por Mirko Lauer
“Keiko Fujimori. Ese bajo perfil sugiere varias cosas. Una convicción de que la política desgasta, e incluso puede quemar. Una necesidad de no irritar a los fiscales que la investigan”.
Dina Boluarte. El incidente de Ayacucho terminó afectando su imagen más de lo que se esperaba. Un caso en que lo pequeño se suma a lo grande. Extrañamente el pecado original del Gobierno frente a la protesta está creciendo en lugar de ser menos recordado. Quizás por eso el protagonismo está pasando de la presidenta a los ministros.
Zósimo Cárdenas Muje. Vaya si el gobernador de Junín muge. Hay que ser una mezcla notable de provocador y bobo para invitar a Nicolás Maduro al bicentenario de la batalla de Junín. Ya que está en eso, ¿por qué no invita también a su antecesor en el cargo Vladimir Cerrón? Cárdenas ya está mereciendo una buena auditoría.
Pedro Castillo. Reclamos a la justicia, declaraciones de sus abogados, y ahora una de esas famosas descompensaciones, lo mantienen a medias en la prensa. De vez en cuando emite un exabrupto que argumenta inocencia, y expresa evidente molestia. Pedro Castillo hace lo que puede, pero no hay casi actividad a favor de él en la política.
Keiko Fujimori. Ese bajo perfil sugiere varias cosas. Una convicción de que la política desgasta, e incluso puede quemar. Una necesidad de no irritar a los fiscales que la investigan. Una adecuación a la nueva situación Alberto Fujimori libre. Lo sorprendente es que le ha contagiado ese bajo perfil al partido Fuerza Popular entero.
Javier González-Olaechea. El canciller acaba de lanzar una flotilla de nuevos embajadores, pero le ha tocado a Alberto Otárola hacer los dos anuncios más importantes: Alfredo Ferrero en Washington, y Carlos Hakansson en San José. Más dos diplomáticos profesionales: Jaime Cacho-Sousa en Dublín y Ernesto Pinto-Bazurco en Helsinki.
Oscar Vera. Si alguna vez se ha visto una cuerda floja, es la que sostiene al titular Minem. Una vez retirado del directorio de Petroperú, su papel como ministro empieza a ser un misterio. Los mineros, dueños y trabajadores, siguen queriendo mejor trato en los trámites, pero sobre todo mucho más seguridad. Pero ese es otro ministerio, otro ministro.
Martín Vizcarra. Con un par de juicios archivados por el juez, toda la peripecia judicial en torno de su gestión (Moquegua y Lima) podría empezar a estar algo relativizada. No hay mucha difusión sobre por qué fracasaron las acusaciones. Pero la parte más larga de su camino de retorno, si existe tal, todavía está por recorrer.