-Se sabe, se recontra sabe que en el verano la Costa Verde, especialmente los fines de semana y feriados, se atiborra de gente, sus playas se congestionan de bañistas y sus pistas se repletan de autos. Es increíble ver cómo los escasos puentes, en especial el de Barranco, parecían procesiones multitudinarias que avanzaban apenas un metro por minuto a la hora del regreso del paseo. Nadie, ninguna autoridad ni metropolitana ni distrital habla de hacer más puentes para evitar una desgracia.
-Se sabe, se recontra sabe que en el verano, con o sin fenómeno de El Niño, el río Rímac crece y también el caudal del río Chillón. Sin embargo, todos los años, en esta época, los periodistas denunciamos las mismas situaciones: casas sobre las riberas, erosión descontrolada, personas en peligro inminente por el aumento del agua, lamentos, pedidos de ayuda que son un clásico siniestro de la negligencia ciudadana, mezclada con necesidad y poca o nula eficiencia de los Gobiernos locales.
-Se sabe, se recontra sabe que distritos como Cieneguilla, Chosica, Puente Piedra, etc. tienen, desde hace años, puentes peatonales e incluso mixtos, es decir, peatonales, y para autos que, si no son artesanales, están a punto de colapsar. Los periodistas lo denunciamos todos los años y nada, pasan los alcaldes y nada, ninguna autoridad enfrenta el asunto y quienes tienen que utilizarlos todos los días exponen su vida todos los días.
-Se sabe, se recontra sabe que en las fiestas de fin de año lugares como Mesa Redonda o Gamarra presentan un tráfico de gente infernal y que las galerías guardan mercadería inflamable, conexiones clandestinas. No obstante, todos los años, todos, saquen la cuenta, ocurre algún incendio en esas zonas y en esas fechas.
-Se sabe, se recontra sabe que el invadir la vía pública, ya sea la calle, una vereda o un pedazo de arena, no te convierte en propietario, en amo y señor de ese pedazo precariamente invadido. Lo ocurrido en la playa el Planchón en Tacna es un síntoma de todo lo que está mal: Javier Mauricio Oviedo García, hijo del exalcalde de Ilabaya, Manuel Oviedo, ahora investigado por el Ministerio Público. No solo fue racista y clasista con los visitantes que tuvieron el “atrevimiento” de ocupar un toldo informal de esteras, sino que además agredió a una mujer y a un adulto mayor que terminó con lesiones en la mandíbula y dentadura.