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Opinión

El desengaño del rosado Barbie, por Camila Vera

“El rosado que cundía la caja de fabricación ya no es para Barbie el color de la independencia. ¿Por qué lo sería para ti?”

larepublica.pe
Vera

Asocias cine, moda y redes sociales. Te preparas con un atuendo rosado —outfit, según los instagramers—. Clic. Clic. Luego, seleccionas el célebre tema de Aqua como fondo musical para una historia de 24 horas que, en breve, desentonará con el “Life in plastic, it’s fantastic”. Ingresas a la sala con la energía de ‘Barbie estereotípica’ y sales con la curiosidad de ‘Barbie depresión’: ¿por qué el color de la ropa discrepa con el dolor de pies tras haber plantado puntas y talones? Más que una pincelada del tinte pastel, sientes un brochazo salvaje sobre tu cuerpo. Sí, la película, cual caída desde el techo, te ha estampado contra un gris frustración.

Te levantas y, de pronto, tu ‘muñequidad’ está en juego. Ya escuchas a un director de Mattel elevar una orden: “Atrapen a esa Barbie”. Deseas, entonces, correr con las sandalias planas y ejercer una adultez con celulitis antes que con alto mantenimiento —saludar a toda la ciudad y bailar bajo el régimen de una sola coreografía hoy, mañana y pasado mañana—. Ves a tu validación desfilar como si fuera un traje y a la deconstrucción apoderarse de tu cabello, de tu maquillaje pulcro y de tu desayuno en días libres.

Eres, sentada en la butaca, una audiencia que no distingue los colores ni el glamour. Ahora le prestas atención a un llanto en estreno y a un discurso sobre las exigencias detrás de cada título: escritora, madre, Skipper. Coincides: “Nadie te da una medalla o te dice gracias” por cultivar una identidad cuyas aristas batallan como lo hicieron Ken, Ken y Ken. Enumeras las figuras que también alguna vez te soltaron un “Voy contigo” cuando tú no lo deseabas. Te planteas si para ver ‘El Padrino’ y ‘Orgullo y prejuicio’ requieres de un traductor humano.

Repasas el concepto de autonomía y lo refuerzas al mirar tu vestimenta para, recién, sorprenderte con la de la protagonista: un vestido amarillo que antes fue un conjunto celeste. El rosado que cundía la caja de fabricación ya no es para Barbie el color de la independencia. ¿Por qué lo sería para ti?