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Opinión

La segunda década perdida, por Humberto Campodónico

"Esa amplia ‘discusión concertada’ hacia un nuevo contrato social no se va a lograr con el actual Gobierno y el Congreso, desaprobados ampliamente por la población”.

larepublica.pe
Campodonico

En memoria de Javier Diez Canseco.

La economía no pinta bien para América Latina ni para el Perú. Según CEPAL, el crecimiento en el periodo 2014-2023 sería solo 0.8% en promedio, significativamente más bajo que el de 2.0% de la década perdida de los 80. Estamos ya en una segunda “década perdida”, que podría ampliarse.

El bajón del 2020 por la pandemia influye, pero no altera lo estructural: seguimos dependiendo de los factores externos, fundamentalmente los precios de los productos básicos. Cuando son altos, como lo fueron en la primera década del nuevo milenio –por la industrialización y ascenso de China– hubo alzas del PBI, bajas tasas de interés e inflación, superávits comerciales y reducción de la pobreza.

El superciclo expansivo, que terminó en el 2012, hizo pensar a muchos que nuestros países ya “habían despegado” y que estábamos cerca de la convergencia con el ingreso per cápita de los países industrializados. Pero eso no ha sucedido.

La reducción de la pobreza, que cayó del 50 al 20% por el superciclo, se exhibe como una de las fortalezas del modelo. Pero se soslaya que había (nos dice el INEI) un 34% adicional de “no pobres”, pero “vulnerables” (en el 2019) pues volverían a la pobreza en caso de shock negativo. Pospandemia la pobreza ha subido a 27.5% y hay un 32.3% adicional de “vulnerables”. La suma: 59.8%. Conclusión: salir de la pobreza significa tener ingresos monetarios para cubrir la canasta de pobreza, pero no necesariamente un empleo adecuado ni dejar de ser “vulnerable”.

Lo que tuvimos fue más informalidad, 76%, de las más altas de la región. Algo está fallando allí. ¿No será porque no hay políticas de diversificación productiva pues se privilegia el “piloto automático”? La semana pasada, comentando el “Nuevo Consenso de Washington”, vimos que EE.UU abandonó hace ya buen rato la creencia de que el libre mercado es el único asignador eficiente de los recursos económicos.

El PBI pronosticado de 2% este año no va a llegar ni al 1%. Los vientos en contra de afuera vienen ahora acompañados por temas propios: protestas sociales, prolongada crisis política desde el 2016 que se agravó con la ineficiencia y corrupción en el Gobierno de Castillo. También influyó El Niño Costero; y se viene El Niño grande para agravar las cosas: el cambio climático ya está aquí. De su lado, la inflación, importada y nacional, sobre todo de alimentos, golpea a los trabajadores y reduce el consumo, mientras las altas tasas de interés para combatir la inflación golpean las inversiones y el propio consumo.

Entonces, si nos quedamos con el mismo tipo de crecimiento las tendencias se mantendrán. Los recientes análisis del MEF acerca de los factores que determinan el crecimiento, o estancamiento, del PBI (en jerga económica, la “variabilidad”) nos dicen que el 59% proviene de factores externos: el PBI mundial, los precios de los minerales que exportamos, el precio del petróleo (que importamos), la tasa de interés internacional y la volatilidad financiera (1).

Nos toca, entonces, enfrentar los grandes problemas del país, de manera concertada para reducir ese 59% en el mediano y largo plazo, con políticas de diversificación productiva, cambio climático, creación de empleos, mejora en salud, educación e infraestructura y ampliación de los programas sociales. Si eso no sucede, la segunda década perdida no terminará en el 2023.

Esa amplia “discusión concertada” hacia un nuevo contrato social no se va a lograr con el actual Gobierno y el Congreso, desaprobados ampliamente por la población, pues su único objetivo –no solo es durar hasta el 2026– sino prolongarse en el poder pasando por encima de la institucionalidad existente para evitar el surgimiento de liderazgos alternativos (ya están llegando al JNE y la ONPE).

Para parar en seco la década perdida y comenzar a discutir las políticas económicas, sociales y de preservación de derechos humanos y sociales, tiene razón la enorme mayoría de peruanos y peruanas: necesitamos elecciones generales inmediatas. Feliz cumple, Perú.

(1) También se afirma que en el 2019 las condiciones internacionales representarían el 65% de la variabilidad del crecimiento peruano. Ver, Rodríguez y Vassallo, Consejo Fiscal y PUCP, 2021. https://bit.ly/3OfrCiC.

América Latina y el Caribe: crecimiento del PBI 1980-2023

Infografía - La República