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Opinión

Ruidos y nueces (II), por Eloy Espinosa Saldaña

“Aprecio que se expone más a Otárola, pues sigue siendo, por lo menos en principio, el único ministro con conocimiento técnico y habilidad para la negociación política...”.

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Como puede apreciarse, si el Congreso no asume todas estas tareas, y algunas más, la declaración de adelanto de elecciones será más ruido que nueces, y veremos si eso va a ser aceptado por la ciudadanía que estuvo marchando contra la clase política general, y también hubo un sector pidiendo la liberación del expresidente Castillo.

Entre esos manifestantes se infiltraron gente del Movadef, y personas sostenidas por el narcotráfico y otros delitos como la tala ilegal o la minería ilegal. Querer negar esto es como querer tapar el sol con un dedo. Y es que, frente a los manifestantes en forma pacífica (que los hubo y los hay), han existido quienes, de manera organizada, atacaron primero locales de fiscalías y juzgados (desapareciendo así miles de expedientes que podrían involucrarlos o involucrar a sus jefes o jefas), para luego ir sobre los aeropuertos locales, buscando impedir que lleguen refuerzos para la policía o las Fuerzas Armadas en contra de ellos.

Pero así como el vandalismo es inaceptable, más inaceptable, si cabe, son las muertes de personas que, en principio, fueron a ejercer su derecho a la protesta. No se puede admitir que hayan existido 27 muertos (en medios internacionales se habla de 33), como ha ocurrido en estas semanas en nuestro país.

Hay que determinar responsabilidades y sancionar de manera drástica a quienes resulten culpables de lo ocurrido, sobre todo si estamos ante casos de posible abuso militar o policial, pues son las fuerzas del orden las que tienen que actuar de la manera más escrupulosa en la defensa de los derechos. También se debe determinar, cómo no, quiénes, sin aparente justificación alguna, hirieron a más de doscientos policías, cuatro de ellos en unidades de cuidados intensivos.

La reacción del Gobierno frente a lo ocurrido ha sido considerada por lo menos lenta, y en base a ello, hay quienes piden la renuncia de la presidenta Boluarte. Boluarte ofreció reconfigurar su gabinete, y en realidad, no se han visto cambios de fondo al respecto.

Sin duda es meritorio tener diez ministras en el gabinete, y había que sustituir a los dos ministros renunciantes. Por otro lado, la salida del ministro del Interior estaba cantada luego de las muertes en el contexto de la protesta ciudadana. Pero ¿y sobre el resto? Aprecio que se expone más a Otárola, pues sigue siendo, por lo menos en principio, el único ministro con conocimiento técnico y habilidad para la negociación política, pero es también a quien se va a cuestionar por los muertos durante las protestas, pues nada justifica la pérdida de una vida humana, y menos aún en el presente contexto. Y eso va a pesar, aunque no sabemos cuánto, en un sector de congresistas cuando el gabinete Otárola pida contar con la confianza del Congreso.

Lamentablemente, otra vez más ruido que nueces. Hubiese esperado un gabinete con más interlocutores con manejo político (lo que es distinto a tener escuderos de la presidencia, los cuales dejan sus ministerios abandonados). Se alega que no se han hecho más cambios porque los ministros y ministras tenían pocos días en el cargo, y que había que darles una oportunidad. Puede ser, pero aceptemos que lo hecho no es una “reconfiguración” de un gabinete, y que alguien con “más horas de vuelo político” resultará indispensable para lo que se le viene a este Gobierno.

Si estos ministros y ministras no entienden su rol técnico-político, no toman acciones para la crisis alimentaria que se viene, no enfrentan los problemas de la minería (legal o ilegal), o los casos de corrupción o inseguridad ciudadana, tampoco el Gobierno sostendrá su credibilidad, y esto tendrá efectos irreparables.

En pocas palabras: abril de 2024 se encuentra muy lejos para la ciudadanía, y si bien las declaraciones y los gestos hechos son importantes, son todavía insuficientes. Al Perú no le sirve tener tanto ruido si de eso se obtienen tan pocas nueces.