La anemia sigue siendo un problema de salud pública en el Perú, especialmente entre los niños menores de cuatros años y las mujeres en edad fértil de las zonas rurales. Según las últimas cifras de la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES-2023), más del 40% de las niñas y niños de 6 a 35 meses de edad del Perú presenta anemia, afectando de manera significativa en el área rural (50,3%) y en el área urbana (40,2%). Una de las causas de la anemia es la deficiencia de hierro en la dieta, lo que afecta negativamente al desarrollo cognitivo y debilita el sistema inmunológico, especialmente en niños y mujeres embarazadas.
En este contexto, la papa emerge desde hace siglos como un elemento crucial en la lucha contra la hambruna y enfermedades letales. Este tubérculo es reconocido como uno de los alimentos básicos más importantes a nivel mundial, siendo el tercer cultivo alimenticio relevante a escala global en cuanto a consumo humano.
Recientes estudios sobre absorción del hierro de la papa en humanos, llevados a cabo por el Centro Internacional de la Papa (CIP) en colaboración con el IIN, ETH-Zurich y la Universidad de East Anglia han encontrado que el elemento presente en la papa es altamente asimilable por el organismo humano, y que el contenido en hierro de una papa biofortificada puede satisfacer hasta la mitad de las necesidades diarias de este mineral en mujeres con escasas reservas en los Andes peruanos. El hallazgo resalta la importancia de la papa como la herramienta valiosa para combatir la desnutrición y la anemia, mejorando la salud de los habitantes, especialmente en países en vías de desarrollo.
La papa, originaria de los Andes sudamericanos, es un alimento fundamental para la seguridad alimentaria mundial. De acuerdo con el CIP, este tubérculo proporciona una amplia gama de componentes beneficiosos, convirtiéndolo en un recurso vital para luchar contra la anemia y desnutrición severa, entre los que destacan:
“La papa biofortificada emerge como un aliado esencial en la batalla contra la anemia y en la mejora de la nutrición. Su riqueza en hierro, altamente absorbible en el humano por sus altos niveles de vitamina C (promotor de la absorción del hierro) y por sus bajos niveles de fitatos (inhibidor de la absorción de hierro), la convierte en un recurso valioso para aumentar los niveles de hemoglobina y facilitar la absorción de nutrientes. Además, su versatilidad en la cocina y su perfil nutricional la convierten en un componente fundamental de una dieta equilibrada. Incorporar la papa de manera variada y equilibrada en la alimentación diaria puede marcar una diferencia significativa en la salud y el bienestar”, explicó Gabriela Burgos, Científico Asociada del Centro Internacional de la Papa (CIP).
El Centro Internacional de la Papa (CIP) es una organización dedicada a la investigación científica y al progreso agrícola, centrada en mejorar tanto la producción como la calidad de la papa y otros tubérculos. Con más de medio siglo enfocados en el desarrollo de este cultivo, el CIP ha sido un pilar fundamental en el impulso de la seguridad alimentaria y la nutrición a nivel global. En Perú, su trabajo ha sido vital, brindando apoyo a los agricultores para incrementar los rendimientos de este tubérculo en un 10%, generando un impacto considerable en la calidad de vida y la disponibilidad de alimentos para la población.
Es importante resaltar que más de dos millones de micro agricultores en África y Asia sembraron semillas de calidad con variedades mejoradas de papa, promulgando las buenas prácticas agrícolas y salud alimentaria entre las comunidades. La iniciativa ha aumentado mucho en los rendimientos y los ingresos, beneficiando a más de 600.000 agricultores en África mediante actividades comerciales vinculadas a las semillas y a tres millones de hogares gracias a la adopción de tecnologías relacionadas con el cultivo de la papa.
Asimismo, promueve prácticas agrícolas sostenibles para reducir el impacto ambiental del cultivo de papa, fomentar la conversación del agua, el suelo y la biodiversidad, y empoderar a las comunidades para que sean autosuficientes en la producción de alimentos.
El Centro Internacional de la Papa (CIP) es una institución de investigación científica sin fines de lucro que trabaja para mejorar la seguridad alimentaria y los medios de vida en todo el mundo, mediante la investigación y la promoción de la papa, otros cultivos raíces y tubérculos. Fundado en 1971, el CIP trabaja en estrecha colaboración con gobiernos, organizaciones no gubernamentales, instituciones académicas y el sector privado para desarrollar y promover soluciones innovadoras que aborden los desafíos globales relacionados con la agricultura, la nutrición y el cambio climático. Con sede en Lima, Perú, el CIP opera en más de 20 países de África, Asia y América Latina, a través de una red global de centros y programas regionales. Estas oficinas regionales realizan investigaciones interdisciplinarias y colaborativas para impulsar el desarrollo agrícola sostenible y la mejora de los medios de vida de los pequeños agricultores en diferentes partes del mundo. Para obtener más información, visite www.cipotato.org.
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