El Ejército sirio, en colaboración con fuerzas rusas, intensificó sus ataques aéreos en las afueras de Al Safira, al sureste de Alepo, con el objetivo de frenar el avance de los insurgentes respaldados por Turquía. Esta ofensiva se produce en un contexto de creciente tensión en la región, donde las facciones islamistas han tomado la delantera en los combates.
Según fuentes militares, los bombardeos han resultado en numerosas bajas entre los grupos insurgentes, así como en la destrucción de vehículos. La situación se complica aún más con la falta de respuesta inmediata por parte de la coalición liderada por el Organismo de Liberación del Levante, que ha mantenido un perfil bajo tras los ataques.
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Desde el inicio de la ofensiva el pasado miércoles, más de 400 personas han perdido la vida, incluyendo alrededor de 50 civiles, lo que refleja la gravedad del conflicto en la región. El Ejército sirio, apoyado por Irán y Rusia, se prepara para lanzar una contraofensiva en un intento por recuperar el control de la situación.
La ciudad de Alepo, una de las más importantes de Siria, ha sido un punto focal en la guerra civil que ha asolado al país desde 2011. La reciente ofensiva de los insurgentes ha llevado a un rápido avance en la región, lo que ha sorprendido a las fuerzas gubernamentales. La coalición de grupos islamistas, que incluye a antiguos militantes de Al Qaeda, ha aprovechado la debilidad del Ejército sirio para ganar terreno.
Los ataques aéreos lanzados por Rusia y el Ejército sirio han tenido un impacto significativo en las filas de los insurgentes. Según informes, los bombardeos han causado "decenas de muertos y heridos", lo que podría debilitar la moral de los grupos rebeldes. La destrucción de vehículos también limita su capacidad de movimiento y logística en el campo de batalla.
Hasta el momento, la coalición insurgente no ha emitido comentarios sobre los ataques aéreos. Sin embargo, la situación en Alepo sigue siendo volátil, con combates que se extienden a otras provincias, como Hama. La respuesta del Ejército sirio, que se prepara para una contraofensiva, podría cambiar el rumbo del conflicto en la región.