Estados Unidos y China están en una carrera por la tecnología que cambiará el mundo: la Inteligencia Artificial General (AGI). Esta competencia no se centra solo en la supremacía militar o económica, sino en una meta más trascendental: crear sistemas que igualen o superen las capacidades humanas en todos los dominios cognitivos. La AGI promete revolucionar cada aspecto de la vida, desde el trabajo hasta la creatividad, pero también plantea interrogantes sobre nuestra preparación para un futuro dominado por máquinas.
De acuerdo a El Diario de Madrid, si Estados Unidos no lidera este campo, China lo hará, redefiniendo las reglas del juego global. Esta carrera tecnológica tendrá enormes implicaciones geopolíticas, planteando cuestiones éticas y sociales sobre quién controlará esta poderosa tecnología. La velocidad de esta revolución, que podría materializarse antes de 2030, promete desplazar cognitivamente al humano.
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En el contexto actual, China y Estados Unidos se encuentran en una competencia que trasciende la supremacía militar o económica: la creación de una inteligencia artificial general (AGI). Esta carrera tecnológica fue destacada en un informe citado por El Diario de Madrid, donde se sugiere que el Congreso de los Estados Unidos financie un proyecto similar al "Manhattan" enfocado en la AGI.
De acuerdo al informe, el AGI reúne sistemas que igualan o superan las capacidades humanas en todos los dominios cognitivos. Los expertos anticipan que el punto de inflexión para esta revolución podría llegar antes de 2030, un plazo sorprendentemente corto que podría cambiar la dinámica del trabajo y la economía global. La propuesta subraya que, si Estados Unidos no lidera esta innovación, China lo hará.
Las críticas a este proyecto no son pocas y abordan principalmente cuestiones éticas y de asignación de recursos. La posibilidad de que una AGI sea controlada por una nación o corporación plantea serias preocupaciones sobre abuso de poder y pérdida de autonomía humana. Además, el financiamiento necesario podría desviar fondos cruciales de sectores esenciales como la salud, la educación y la infraestructura.
La Inteligencia Artificial General (AGI) es un tipo avanzado de sistema automatizado capaz de realizar cualquier tarea intelectual que los seres humanos pueden llevar a cabo. A diferencia de la IA específica, que está diseñada para tareas concretas, la AGI puede aprender y razonar en situaciones de incertidumbre, comunicarse en lenguaje natural, planificar y realizar juicios basados en el aprendizaje y entrenamiento.
Además, la AGI tiene el potencial de superar la capacidad humana en la mayoría de las tareas con valor económico. Algunos expertos utilizan el término "inteligencia artificial fuerte" para referirse a sistemas que no solo igualan, sino que también son conscientes de sí mismos, desarrollando sentimientos y experiencias subjetivas propias.
Este avance plantea importantes desafíos éticos y podría transformar significativamente la economía y la sociedad, haciendo obsoleta la mano de obra humana y cambiando la dinámica del trabajo y la vida cotidiana.