En plena madrugada del 20 de noviembre de 2024, las fuerzas de defensa antiaérea de Ucrania interceptaron con éxito un ataque aéreo de Rusia dirigido a Kiev. Este incidente ocurrió pocas horas después de que la embajada de Estados Unidos en la capital ucraniana cerrara temporalmente sus instalaciones, alertando sobre un posible ataque aéreo significativo.
Testigos y oficiales militares reportaron múltiples explosiones en la ciudad mientras los sistemas de defensa antiaérea respondían a los misiles entrantes. Afortunadamente, no se registraron víctimas ni daños en infraestructuras, lo que destaca la eficacia de la red de defensa aérea.
Este ataque se produce en un contexto de escalada de tensiones entre Ucrania y Rusia. Recientemente, Ucrania utilizó misiles de largo alcance ATACMS, proporcionados por Estados Unidos, para atacar objetivos en territorio ruso. El Kremlin calificó esta acción como una provocación y prometió represalias. La respuesta rusa es una reacción directa al uso de estos misiles por parte de Ucrania.
Andriy Kovalenko, jefe del Centro para Contrarrestar la Desinformación del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, confirmó que Rusia lleva meses acumulando misiles Kh-101, Kalibr y balísticos, además de posicionar buques y aviones para posibles ataques contra Ucrania. Este acopio de armamento coincide con la reciente actualización de la doctrina nuclear rusa.
En este contexto, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, acusó a la administración saliente de Estados Unidos de "hacer todo lo posible" para prolongar la guerra. Estas declaraciones surgen tras informes que indican que el presidente Joe Biden autorizó el suministro de minas antipersona a Ucrania, a pesar de que Kiev es signatario del Tratado de Ottawa, que prohíbe este tipo de armas.
Joe Biden autorizó el suministro de minas antipersona a Ucrania. Foto: AFP
La embajada de Estados Unidos en Kiev emitió una alerta el 20 de noviembre de 2024, advirtiendo sobre un posible ataque aéreo significativo por parte de Rusia. Como medida de precaución, la embajada cerró temporalmente sus instalaciones y recomendó a los ciudadanos estadounidenses en Ucrania que estuvieran preparados para buscar refugio inmediato en caso de una alerta aérea.
Esta advertencia se produjo en un contexto de creciente tensión entre Ucrania y Rusia, especialmente después de que Ucrania utilizara misiles de largo alcance ATACMS, proporcionados por Estados Unidos, para atacar objetivos en territorio ruso. El Kremlin calificó esta acción como una provocación y prometió represalias, lo que llevó a las autoridades estadounidenses a tomar medidas preventivas.