"El día que enterré a mi hijo, enterré a mi hermana también”, dijo a "Primer impacto", programa televisivo colombiano, Yuli Gordillo, madre del pequeño de 11 años que falleció tras injerir por error unas gomitas que contenían un alucinógeno mientras se encontraba en la casa de su tía, hermana de Yuli.
Los hechos presentados en Bogotá, Colombia, ocurrieron en febrero del año pasado. Sin embargo, el trágico suceso aún causa sufrimiento en los padres. “Nos dicen que nuestro hijo fallece, yo no creía, y es que aún yo no creo”, cuenta la madre. “Estoy segura de que mi hijo murió torturado", agrega.
El pequeño murió paralizado del miedo, recogieron diversos medios locales. “Volteaba su cara, sacaba la lengua y ponía los ojos en blanco”, recuerda Paula, hermana del pequeño. Esta, además, asegura que le pedía a gritos ayuda a su tía, una vendedora de dulces, quien, indica, le tapó la boca para que los vecinos no escucharan al menor de edad.