Un agente de la Policía de Kenia mató ayer a seis personas —incluida su esposa— e hirió de gravedad a otras dos antes de suicidarse en una localidad aledaña a Nairobi, informaron las fuerzas del orden.
“El agente Benson Imbasi, quien más tarde se suicidó, mató primero a su mujer disparándole al cuello y después salió de su casa y empezó a disparar frenéticamente a personas inocentes”, indicó el Directorio de Investigaciones Criminales (DCI) en su cuenta de la red social Twitter.
El suceso ocurrió a alrededor de las 3.00 a. m. hora local (00.00 GMT) en un mercado de Kabete (condado de Kiambu), una localidad limítrofe con la capital keniana.
Tres de los muertos eran ciudadanos que habían viajado a Kabete para participar en un funeral de un familiar, mientras que otros dos eran conductores de mototaxis que trabajaban en la zona.
Otros agentes acudieron al lugar del ataque después de que varios residentes llamasen a las autoridades describiendo fuertes disparos y un posible incendio.
Según el DCI, un departamento de la Policía de Kenia encargado de casos complejos, las autoridades ya han recuperado el arma de fuego del atacante, un fusil de asalto Kaláshnikov (AK-47), y han empezado las investigaciones de “este triste incidente”.
El jefe de Policía de la comisaría del distrito de Dagoretti (próximo a Kabete), Francis Wahome, que confirmó a medios locales el incidente, dijo que las autoridades todavía “desconocen el motivo” del mismo.
Esta mañana, algunos residentes de la zona organizaron protestas para condenar el ataque e incendiaron barricadas.
La organización keniana Missing Voices —especializada en la investigación de asesinatos extrajudiciales por parte de la Policía de este país— calcula que las fuerzas de seguridad de Kenia mataron o hicieron desaparecer al menos a 105 personas este año.