En Argentina, la viuda de un empresario de Tucumán que falleció por el coronavirus, Carolina Lezon Gottling, brindó sus últimas palabras en el velorio de su esposo: “Quiero que vuelvas. Que vuelvas con nosotros”.
La víctima, identificada con las iniciales R. L., se infectó tras realizar un viaje el 14 de febrero a Europa y África junto a su esposa y cuatro hijos para celebrar sus 50 años. Luego de 24 días, regresaron a Argentina, pero notaron que todos los que habían viajado al extranjero tenían que ser aislados por esta enfermedad.
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En una entrevista para La Gaceta, Carolina Lezon recordó que el avión “era un concierto de toses y estornudos”. Incluso, durante el viaje, le preguntó a su marido si se habían contagiado de coronavirus, por lo que él respondió: “No, somos jóvenes y estamos sanos”.
A pesar de que tomaron las precauciones y se aislaron para no infectar a la población, la mujer señaló que fue la primera tucumana que se le detectó el COVID-19.
Ante este hecho, ella precisó que cuando le dieron el diagnóstico, tomó una pastilla para dormir. “Después recé, recé y recé. Sólo rezar me da paz", subrayó.
Durante ese lapso, contagió a su esposo, quien presentó fiebre y gripe de tipo A; por lo que fue trasladado a un hospital en una ambulancia. Los médicos no pudieron salvarle la vida y el domingo 29 murió.
Carolina enfatizó: “Apenas tengan los síntomas, apenas tengan tos, fiebre y sientan que les falta el aire, pidan ayuda. Exijan que les hagan las pruebas y que los resultados estén rápidos. Eso es fundamental. Eso puede salvarles la vida”.
El hombre fue el primer tucumano que falleció por coronavirus y se desempeñaba como director ejecutivo de Lucci.