Cerca de 3.500 personas con 56 nacionalidades distintas entre pasajeros y tripulantes del crucero de la línea ‘Princess Cruises’, permanecen en estado cuarentena tras confirmar casos de infección por coronavirus.
Este viernes 7 de febrero, la empresa publicó un nuevo reporte donde informó que hay 41 personas que dieron positivo para coronavirus, de los cuales hay un argentino, así se convertiría en el primer caso de contagio de la plaga en Latinoamérica.
Esta alerta a generado gran preocupación por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y obligó a varios países a tomar medidas especiales para evitar el avance de la epidemia.
Además, se confirmó que dentro de la nave hay 21 japoneses, ocho estadounidenses, cinco australianos, cinco canadienses y un británico que contraen la enfermedad.
El ministro de Salud de Japón, Katsunobu Kato, confirmó que los casos detectados por coronavirus en el crucero Diamond Princess estarían varados en el puerto de la ciudad de Yokohama desde el pasado miércoles por el brote de la enfermedad.
Según el personal médico indicó que las personas enfermas deberán permanecer dentro de sus camarotes hasta que finalice el período de cuarentena, que se prolongaría al menos hasta el 19 de febrero de no mediar ningún inconveniente.
Por otro lado, el argentino habría presentado síntomas y tras ser sometido a exámenes se confirmó la infección, recordemos que este virus ya causó 636 muertes en China y más de 30.000 contagios.
Según el portal Infobae el cónsul de Argentina se encuentra en contacto permanente con autoridades del Ministerio de Relaciones Exteriores de Japón tratando el caso con autoridades locales. Por ahora, no se informó el nombre de la persona infectada ni cuál es su país de residencia.
El barco había zarpado de Yokohama (al sur de Tokio) el 20 de enero. Una de sus paradas fue Hong Kong, donde abordó un pasajero infectado del coronavirus de Wuhan, según el gobierno nipón.
Diversos países latinoamericanos empezaron a tomar medidas preventivas adicionales e implementar medidas extraordinarias de seguridad y salud pública ante el posible arribo de personas infectadas con el coronavirus.
El gobierno mexicano, por ejemplo, anunció que había decidido fortalecer sus protocolos de prevención de enfermedades infecciosas y que el coronavirus estaba en fase de monitoreo permanente.