Habrá nuevas elecciones en Bolivia tras el informe de la Organización de los Estados Americanos (OEA) que detalla una serie de irregularidades en la cuarta victoria presidencial de Evo Morales.
En los comicios del 20 de octubre, cuando el opositor Carlos Mesa y el actual mandatario altiplánico disputaban la cima, sorpresivamente el Tribunal Supremo Electoral dio como triunfador a Evo, lo que desencadenó una serie de protestas en Bolivia que han dejado tres muertos y más de 200 heridos.
La auditoría de la OEA en Bolivia asegura que ‘’no se aplicaron buenas prácticas’’ y las pruebas carecieron de un empleo adecuado del software durante el conteo de votos.
‘’La autenticación era débil y permitía a alguien tomar control con roles de administración’’, añade la entidad reguladora, dado que el manejo de los programas podía ser fácilmente editado por cualquier usuario y no contaba con el resguardo suficiente para un proceso de alto calibre.
‘’Por lo descrito previamente, el proceso estuvo reñido con las buenas prácticas y no se han respetado los estándares de seguridad’’, comenta el órgano político.
Los técnicos de la OEA analizaron a detalle las firmas de 333 actas, tomadas de las mesas en las que el partido de Evo Morales, el Movimiento al Socialismo (MAS), obtuvo el 99% de los votos dentro de un mismo centro.
‘’En algunos casos, se verificó que todas las actas de un mismo centro habían sido completadas por la misma persona y en ocasiones, se constató que esa persona era el representante del MAS acreditado como delegado en el centro. Se encontraron, asimismo, varias actas en las que el partido oficialista obtenía el 100% de los votos’’, puntualiza el informe.
La victoria de Evo Morales en las elecciones en Bolivia desató el caos en diversos puntos del país, debido a la acusación de fraude por parte de la oposición y la respuesta de los partidarios del presidente.
‘’Actualmente, no existen los controles necesarios de cadena de custodia del material electoral sensible. El hecho de que hayan existido actas electorales quemadas evidencia la falta de resguardo, de previsiones adecuadas y poca coordinación de los TEDs con las fuerzas de seguridad’’, finaliza la OEA.