Hace aproximadamente 65 millones de años, en los albores de la historia del hombre en la Tierra, el impacto de un asteroide acabó con la vida del 75 por ciento de las especies del Planeta.
La colisión fue como si un objeto del tamaño del monte Everest hubiera chocado con la corteza terrestre a gran velocidad y, según investigaciones científicas, tuvo lugar a 30 km de Puerto Progreso en la península de Yucatán, México.
El descubrimiento del lugar, que ahora es un cráter, fue de los geofísicos Antonio Camargo Zanoguera y Glen Penfielg, quienes trabajaban para la empresa paraestatal Petróleos Mexicanos buscando yacimientos de petróleo a fines de la década de 1970.
Años después, Adriana Ocampo, geóloga de la Nasa, observó unas imágenes satelitales de la península de Yucatán, en la cual aparecía un anillo casi perfecto, de unos 200 kilómetros de ancho.
Adriana Ocampo, científica de la NASA. Foto: Wikimedia Commons
“Tan pronto como vi las diapositivas pensé: ¡Ajá! Momento, esto es algo increíble. Esto podría ser...”, exclamó Ocampo en aquella oportunidad, de acuerdo a BBC News..
Las imágenes fueron estudiadas años antes por arqueólogos estadounidenses que investigaban el pasado de la civilización maya que ocupó aquel lugar, pero la extraña forma circular los dejó estupefactos, por lo que las presentaron en la conferencia científica Selper desarrollada en México en 1988.
“Estaba muy emocionada por dentro pero me mantuve tranquila porque obviamente no lo sabes (a ciencia cierta) hasta que tienes más evidencia”, indicó Ocampo sobre su reacción al ver aquellas fotografías en Selper.
Fue en ese momento, con la emoción encima, en el que Ocampo se acercó a los científicos y preguntó si habían considerado si la enorme depresión fue provocada por el impacto de un asteroide.
Cráter de Chicxulub. Foto: Detlev van Ravenswaay/Science Source
De esta forma, iniciaron las expediciones de equipos científicos de todo el mundo para develar los misterios del lugar. Ahora el consenso considera que fue el impacto el cual creó un cráter de 30 km de profundidad que se convirtió luego en un estanque de agua.
El asteroide arrasó con toda la vida a su alrededor, provocó temblores y tsunamis de hasta un un kilómetro de altura. Luego, una nube de cenizas dejó en penumbra a la Tierra durante varias semanas.
El mundo cambió totalmente y también el número de especies que se encontraban en ella: el 75 % desapareció, incluido los dinosaurios.
Sin este impacto, la historia de la humanidad como la conocemos no hubiera iniciado. “Nos dio una ventaja para poder competir, para poder prosperar, como eventualmente lo hicimos”, indicó Ocampo sobre este punto.
El sitio tiene pocos indicios de ser donde colisionó el meteorito que acabó con la vida de la mayoría de especies en la tierra.
Se ubica a un kilómetro de la ciudad llamada Chicxulub Puerto, en el estado de Yucatán, litoral del golfo de México, y ahora está poblado aproximadamente por cinco mil habitantes, casas pequeñas y una plaza modesta.
Luis y Walter Álvarez fueron los primeros científicos que propusieron la idea del impacto del asteroide a principio de los ochenta, pero no tuvo repercusión en la comunidad científica por la falta de pruebas. “Entonces, fue extremadamente controvertido", señaló Ocampo.
Fue Carlos Byars, periodista de Texas, quien relacionó la teoría de los asteroides de Álvarez y el anillo de Yucatán en un artículo para el Houston Chronicle en 1981. Luego compartió su teoría con un estudiante llamado Alan Hildebrand y determinaron que el cráter fue producto de un impacto de un asteriode.
“[Byars] recibe el crédito por ser el primero en juntar las piezas, ¡un periodista!”, afirmó Ocampo.
El lugar ahora es un sitio turístico de México, el cual atrae a personas de todo el mundo por su historia y características geológicas que permiten nadar entre peces y observar raíces colgantes de los árboles.