El plebiscito chileno marcó un hito en la historia de la democracia del país sureño. Con la aceptación del Apruebo y la Convención Constituyente en el proceso electoral, millones de ciudadanos reafirmaron la creación de una nueva Constitución escrita por hombres y mujeres, bajo el amparo de un enfoque de género. Así, el país sureño se convertirá en el primero del mundo en redactar una Constitución paritaria.
Para elaborar la nueva Carta Magna, Chile tendrá una Convención Constituyente conformada por 155 ciudadanos y ciudadanas elegidos mediante el voto popular, quienes plasmarán los pedidos de la población. En tal sentido, ningún sexo tendrá más del 50% dentro de la instancia, en la cual podrá haber un máximo de 78 hombres o mujeres electos.
La medida es catalogada como un logro de la organización de mujeres y feministas en el país, quienes constantemente buscaron participar de igual a igual en las políticas que diseñan el rumbo de Chile. Para la historiadora María José Cumplido, esto representa un avance a favor de la igualdad.
“Marcan un camino que permita tener igual derecho de construir el país, donde no haya discriminación. Queda un montón por avanzar porque esto no resuelve todo. Pero sí que haya ganado la convención paritaria habla de lo que está pensando y vive la gente porque la discriminación no es solo un concepto, también se padece”, señala al medio La Tercera.
Por su parte, para la senadora del Partido Socialista Isabel Allende, la nueva Constitución debe garantizar la igualdad en todas las instancias del Estado. “Todas las políticas públicas deben tener enfoque de género. Estimamos que las instituciones deben avanzar hacia una democracia paritaria, donde cada órgano debe tender a tener representación en equidad de género, como será la próxima Convención Constitucional”, detalla al diario El Mostrador.
Si bien Chile no cuenta con paridad de género en diversos ambientes políticos y de representatividad —actualmente, menos del 20% de parlamentarios chilenos son féminas—, la gran votación a favor del cambio e igualdad podría representar una mejora de las condiciones en la que viven las mujeres.
“El país se va a poner a la vanguardia con esta nueva Constitución. Este proceso constituyente paritario debe replicarse a nuevas áreas para mostrar nuestras capacidades en todas los ámbitos donde hay menos mujeres, que tengan la posición que merecen y que no han tenido en el tiempo, pero que se ha ido recuperando”, resalta Daniela Campos Letelier, miembro de Red de Politólogas, a La Tercera.
Durante el comienzo del estallido social en Chile, en octubre de 2019, las mujeres siempre tuvieron una fuerte presencia en la lucha por los reclamos. Desde la protesta de las jóvenes estudiantes, que decidieron saltar los torniquetes del metro bajo la consigna “evadir, no pagar, otra forma de luchar”, hasta la aprobación de la paridad de género en la Convención Constitucional.
Sin embargo, este espacio en la lucha y la aprobación de la paridad no significan que la nueva Constitución sea feminista. Karina Nohale, portavoz de la Coordinadora Feminista 8M, considera que, para que se contemplen los reclamos de los colectivos y asociaciones, es necesario evalúen diversos ítems a favor de la igualdad.
“Debe contener las principales demandas del movimiento, como los derechos sexuales y reproductivos, la consideración del trabajo doméstico y la persecución de la violencia machista”, detalla a Efe.
La nueva Constitución que se redactará en Chile deberá asegurar que la vida, la dignidad y los derechos políticos y civiles de sus ciudadanas incluyan sus reclamos y pedidos en busca de la igualdad de género.