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Género

Negar el acceso al aborto puede traer consecuencias físicas y psicológicas en las mujeres, según estudio

Información fue presentada en el libro 'The Turnway Study', una investigación a lo largo de 10 años que compara los efectos en mujeres que pudieron acceder a la intervención y a quienes les fue denegado.

Diana Greene Foster es una investigadora y doctora estadounidense, autora de ‘The Turnway Study', un estudio realizado durante 10 años a miles de mujeres de todo el país norteamericano para comprobar cuáles son los efectos entre quienes pueden acceder a un aborto y a las que se les niega este procedimiento.

El objetivo de la investigación es brindar datos confiables y científicos para derribar las creencias populares que, según la autora, se promueven dentro de los debates políticos en donde se defiende la idea de que las mujeres que se han sometido a un aborto están enfrentan mayores consecuencias que las que no pueden acceder.

‘‘La idea de que el aborto perjudica a las mujeres ha sido presentada por personas que se oponen y realmente ha resonado. [...] Esa idea llegó hasta la Corte Suprema para que el juez Kennedy, en 2007, la usara como una excusa, o como una razón, para prohibir el procedimiento’‘, señaló la investigadora en una entrevista a NPR radio.

Esta fue la premisa que siguió Diana Greene Foster para investigar, a lo largo de 10 años, las implicancias del acceso y la negación del aborto entre miles de mujeres estadounidenses. Para ella, los argumentos utilizados en contra de la interrupción voluntaria no estaban basados en argumentos científicos. ‘‘Mi objetivo con el ‘The Turnway Study’ era crear datos confiables'‘, indicó la experta.

Aborto

Los resultados obtenidos por Greene Foster demuestran que no es cierto lo que alegan las personas que se oponen al libre acceso al aborto. La investigación señala que las mujeres a las que se le niega este procedimiento tienen mayores tendencias a reducir su autoestima y desarrollar relaciones tóxicas en un futuro.

Asimismo, el estudio indica que restringir el aborto a una mujer que lo necesita repercute de forma permanente en su vida con niveles mayores de desempleo y, por lo tanto, de pobreza. La salud de estas mujeres también se ve comprometida ya que pueden experimentar problemas al término del embarazo cuya interrupción les fue denegada.

Por otro lado, Greene se refirió al efecto que ha tenido la pandemia del coronavirus en el acceso al aborto por parte de miles de mujeres en Estados Unidos.

‘‘La pandemia definitivamente ha hecho que el aborto sea mucho más difícil para las mujeres en ciertos estados. Hubo varios que intentaron declarar que no era un servicio esencial y eso cerró las clínicas. Luego un juez lo detendría y se abrirían; pero para entonces había demasiadas mujeres esperando y no podían atender a todas'‘.