Es algo común que algunos vasos o bandejas de vidrio se resquebrajen o se rompan si son expuestas al frío o calor intenso, esto ocurre porque la mayoría de objetos hechos de cristal no pueden soportar cambios bruscos de temperatura. Sin embargo, existe una solución para el problema y son los vidrios refractarios. A continuación, te explicaremos acerca de su uso en la cocina y cómo reconocerlo al comprar un utensilio.
El vidrio refractario está fabricado por los mismos compuestos que los vidrios ordinarios, solo que cuenta con el elemento boro. Esto hace que lo convierta en un material que tolere altas y bajas temperaturas. Para saber si una bandeja está hecha para el horno, la mayoría de estos objetos cuenta con un símbolo que indica que lo son y garantizan su calidad y resistencia.
Los vidrios comunes pueden resistir la temperatura del horno si este no supera los 100 ºC. Sin embargo, si sobrepasa aquel límite, deberás usar un envase de vidrio refractario. Debes tener en cuenta que, aunque el material sea refractario, solo puede aguantar hasta los 300 °C. Por último, tampoco se aconseja exponerlo a cambios bruscos de temperatura y, a pesar de que es resistente a esta situación, no debe sobrepasar el margen de los 220 ºC.
Tal como se mencionó en los párrafos anteriores, el vidrio refractario es una solución en la preparación de platillo que se expongan a altas temperaturas, también existen materiales a base de cerámica refractaria que resisten más de 1.500 °C, los cuales se utilizan en procesos industriales.
Las bandejas hechas de vidrio refractario se usan en los hornos de cocina. Foto: Buenazo
A pesar de su alta resistencia, los productos fabricados por este material no son irrompibles, por tal motivo te daremos algunos consejos para su uso.