Los primeros pasos del rap como cultura y género musical se dieron en el Parque Kennedy de Miraflores. Cuentan los más veteranos que las llamadas movidas no eran muy frecuentes y obtener un cupo para el micro libre era de las sensaciones más emocionantes para un rapero. En 2006 llegó Red Bull, una organización que venía haciendo presencia en Latinoamérica por las batallas de gallos, las cuales le dieron mayor visibilidad al Hip Hop.
Esta disciplina verbal le otorgó al género mayor espectáculo y, con el pasar de los años, se hizo presente en más países como producto de su crecimiento y amplia acogida. Perú fue testigo de ello, pues aquel año un desconocido Raper One se consolidó como el mejor de la competencia al vencer a Django en una batalla sin agresiones verbales e inclinado a la religión que profesó.
Fue el primer ganador que puso su nombre en el libro de la historia. Posteriormente llegaron más freestylers con mejores técnicas al competir, skills, variaciones, juegos silábicos, entre otras habilidades.
El caso de Jota, el primer bicampeón nacional peruano, también fue uno de ellos. Dentro de su palmarés resalta un subcampeonato internacional en la Red Bull Batalla 2016, cuya sede fue en Lima.
Stick también se metió al libro de hazañas, pues el año pasado logró el tricampeonato nacional. Nadie había conseguido salir campeón en tres ediciones del certamen, pero él pudo lograrlo a base de perseverancia. Es así que la historia continúa con el pasar de los años. Aquí te dejamos el AKA de todos los que alzaron uno de los cinturones más deseados en las batallas de rap: