En un intento por asegurar la liberación de cinco ciudadanos cautivos en Gaza, Estados Unidos está evaluando un acuerdo con el grupo terrorista Hamás, excluyendo a Israel del proceso. Las negociaciones, de concretarse, serían mediadas por Qatar y se llevarían a cabo si fracasan los esfuerzos actuales para alcanzar un cese al fuego más amplio. Este posible movimiento, reportado por NBC News, se considera una estrategia delicada que podría tensar las relaciones entre Estados Unidos e Israel.
Aún no está claro qué ofrecería Estados Unidos a cambio de la liberación de los rehenes. Hamás podría utilizar el acuerdo para profundizar las diferencias entre el presidente Joe Biden y el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu. Este pacto podría ejercer presión sobre Netanyahu para alcanzar un acuerdo que involucre a todas las partes interesadas.
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Entre los rehenes estadounidenses capturados por Hamás el 7 de octubre se encuentran Edan Alexander y Sagui Dekel-Chen, quienes estaban en la Franja de Gaza y en el Kibbutz Nir Oz, respectivamente, durante el ataque. Edan Alexander, de 19 años, miembro del 51.º Batallón de la Brigada Golani, se comunicó por última vez con su familia a las 6:30 a. m. de ese día, antes de ser tomado cautivo. Sagui Dekel-Chen, de 35 años, residente del Kibbutz Nir Oz, alertó a los residentes del kibutz sobre la incursión de Hamás antes de ser capturado.
Otros rehenes identificados son Hersh Goldberg-Polin, Omer Neutra y Keith Siegel. Todos ellos comparten historias de vida interrumpidas abruptamente por la violencia y la incertidumbre en Gaza. Sus familias, viviendo una pesadilla desde el secuestro, esperan con desesperación noticias sobre su paradero y condiciones, mientras la tensión internacional sigue aumentando.
Los cinco rehenes capturados por el grupo terrorista Hamás. Foto: Aurora
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Excluir a Israel de las negociaciones con Hamás podría tener profundas implicaciones políticas y diplomáticas. Esta exclusión podría ser vista por Israel como una falta de apoyo por parte de su principal aliado, Estados Unidos. Además, Hamás podría usar este hecho para exacerbar las tensiones entre ambos países, aprovechando cualquier división para ganar terreno político.
Para el primer ministro Benjamín Netanyahu, la exclusión podría ser una fuente de presión interna y externa. Internamente, podría enfrentar críticas por no lograr mantener a Israel en el centro de las negociaciones de sus ciudadanos secuestrados. Externamente, la dinámica con Estados Unidos podría verse afectada, complicando futuras colaboraciones en temas de seguridad y diplomacia en la región.
Para el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, no es conveniente que se realicen acuerdos entre Hamás y Estados Unidos. Foto: Moneycontrol
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El conflicto entre Israel y Hamás tiene raíces profundas y complejas, originadas en las tensiones históricas entre israelíes y palestinos. Hamás, una organización islamista y nacionalista palestina, fue fundada en 1987 durante la Primera Intifada, un levantamiento palestino contra la ocupación israelí. Desde entonces, Hamás ha estado en constante disputa con Israel, rechazando su derecho a existir y llevando a cabo ataques militares.
Este enfrentamiento ha sido marcado por numerosas escaladas de violencia, incluyendo guerras y enfrentamientos armados en Gaza. La Franja de Gaza, bajo el control de Hamás desde 2007, ha sido un punto focal de estos conflictos. Los esfuerzos de paz han sido infructuosos, con ambas partes acusándose mutuamente de violaciones de derechos humanos y de no comprometerse verdaderamente con la resolución pacífica del conflicto. La situación sigue siendo tensa y volátil, con repercusiones que afectan no solo a la región sino también a la política internacional.