Un 11 de agosto de 2014, el reconocido actor y ganador de un Óscar, Robin Williams, nos dijo adiós. A sus 63 años, el también conocido como “El payaso triste”, decidió ponerle fin a su vida. Hoy se cumplen cinco de su inesperada desaparición.
Aún es incierto el motivo por el que decidió quitarse la vida, sin embargo, se supo que el actor luchaba con su adicción a la cocaína y el alcohol. Así también, fue diagnosticado con “demencia con cuerpos de Lewy”, un transtorno neurodegenerativo que afecta la memoria y las capacidades motoras.
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En 2016, la viuda de Robin Williams, publicó en la revista de la Academia de Neurología de los EEUU, una carta sobre la enfermedad neuronal que padecía el actor.
“La demencia con cuerpos de Lewy es lo que mató a Robin”, expresó la viuda del actor.
Robin Williams
Esta enfermedad es la tercera causante de la demencia detrás del Alzheimer y la demencia vascular. Causaba al actor “paranoia, alucinaciones, insomnio, fallos de memoria”, así como “respuestas emocionales, muy diferentes a su carácter”.
El actor desconocía las causas de esos síntomas, aunque sí sabía que tenía Parkinson. Por sorpresa, la familia de Robin Williams conoció esta otra enfermedad tres meses después de su muerte.
Robin Williams
Entre su extensa filmografía, destacan: “El club de los poetas muertos”, “Jumanji”, “Despertares”, “Mrs. Doubtfire”, entre otras.