La joven contó los escalofriantes momentos que vivió en los ensayos de la obra que practicaba junto al director teatral. ,Luego que Eva Bracamonte contara que sufrió de acoso sexual por parte del director teatral Guillermo Castrillón durante los ensayos de una obra, el experto en puestas en escenas dio su descargo. La joven compartió una publicación en su cuenta de Facebook narrando la serie de episodios y conductas abusivas que tuvo Guillermo Castrillón con ella. Al respecto, director teatral se pronunció y envió un correo electrónico a El Comercio. PUEDES VER Eva Bracamonte denuncia que fue acosada y Rodrigo González le envía mensaje "Con este escrito no pretendo ni justificar ni defenderme, pero sí contar mi versión de esta penosa historia. Cuando convoqué a Eva Bracamonte a trabajar lo hice por la peor razón que podría tener un director para trabajar con alguien: Me llamaba la atención su fuerza mediática y supuse que ésta podría servirnos para publicitar la performance que fuéramos a presentar. Me equivoqué desde el inicio y este error me ha salpicado ahora en la cara. Por respeto a ella no voy a detallar los entretelones de ese proceso de creación. Solo diré que no me gustaba su trabajo y así se lo hice saber en diferentes ocasiones y esto forzó a que yo buscara una verdad, como hago en todos mis procesos, que se resistía a aparecer”, señala en las primeras líneas. “Los profesionales con los que he trabajado saben cómo, en distintas circunstancias, puede llevar al límite mis pretensiones de encontrar la verdad que mueve a cada actor más allá de un figuretismo y de necesidades narcisistas de exposición, y en esto lo sexual no es siempre ajeno, sin embargo, y ésta es la gran diferencia entre un acercamiento consentido y un abuso, las veces que lo íntimo apareció, fueron absolutamente consensuadas, por eso tengo mi conciencia suficientemente tranquila y no me siento el abusador que esta mujer refiere”, explica. “De lo que si me hago responsable es de haber convocado a una persona que carecía del suficiente profesionalismo como para, en caso de sentirse vulnerada, haber dicho: basta, hasta aquí llego yo. No sería la primera ni probablemente la última. Ella misma reconoce haber sido advertida de mi forma de trabajo. Lamento también no haberme dado cuenta de su fragilidad emocional y que los ensayos hayan supuesto el daños que dice. Por mi parte llevo tratándome en análisis por varios años y reconozco que me faltan otros tantos para sanar mis propias heridas. Pero valga esto como advertencia: quien trabaja conmigo ha de saber que yo hurgo e investigo en aspectos muy íntimos y que sin el anhelo de verdad, estoy convencido, que lo que se muestra al público es pobre, falso e infértil”, escribió en el correo.