El crecimiento de la economía peruana cerrará en 3,1% en 2024, antes de moderarse hasta el 2,8% en 2025 y hasta el 2,6% en 2026, señala el último informe de perspectivas económicas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Según el foro global — al que el Perú aspira acceder —, el crecimiento se verá impulsado por el consumo privado, respaldado por una menor inflación, los retiros de fondos de pensiones y la recuperación del empleo.
"Aunque se prevé una recuperación moderada de la inversión privada, la actual incertidumbre política puede frenar su ritmo. Las exportaciones se beneficiarán de una demanda mundial sostenida, y la inflación se mantendrá cerca del objetivo del 2% fijado por el Banco Central", mencionaron.
Sin embargo, para la organización, persisten riesgos significativos producto de las incertidumbres geopolíticas y de la política local. "Existen riesgos considerables en estas perspectivas. La incertidumbre política puede intensificarse en el periodo previo a las elecciones generales de 2026, mientras que el aumento de la inseguridad y la delincuencia podría obstaculizar el crecimiento económico", advirtieron.
La organización también se refirió sobre el elevado déficit fiscal, situado como el más alto desde 1992, que conllevará al Perú romper la regla por segundo año consecutivo. "Se espera que el déficit supere el objetivo de la regla fiscal (2,8%) debido a menores ingresos que lo previsto y al aumento del gasto", indicó.
Si bien el gobierno tiene previsto reducir el déficit durante el periodo 2025-2026 para cumplir las reglas fiscales, la OCDE alertó que "será complicado alcanzar los objetivos del déficit, ya que se requieren recortes significativos del gasto y la materialización de una serie de ingresos inciertos procedentes de litigios".
A criterio de la alianza de economías avanzadas, para garantizar la sostenibilidad fiscal y satisfacer las crecientes necesidades de desarrollo social y de infraestructuras, se necesita una mayor eficiencia en el gasto público y en los ingresos tributarios.
"La eficiencia del gasto público puede aumentarse mejorando los procesos de contratación pública y reforzando la capacidad de ejecución de proyectos, sobre todo a nivel subnacional. Para aumentar los ingresos tributarios será necesario mejorar la administración tributaria y reducir la evasión y las exenciones fiscales", apuntó.