La agencia internacional Moody’s Investors Service elevó la perspectiva sobre la economía peruana, que pasó de ‘negativa’ a ‘estable’, pero mantuvo la calificación de la deuda soberana en Baa1. Dicha modificación responde a la implementación de reformas políticas y a un entorno más favorable para la estabilidad institucional y macroeconómica.
Pese a esta mejora señalada por una de las tres calificadoras de riesgo, nuestro país incumplirá por segundo año consecutivo su meta de déficit fiscal. De acuerdo con el exministro de Economía Pedro Francke, “esta noticia (de Moody’s) le ha caído como anillo al dedo al Gobierno para tratar de tapar las proyecciones del BCRP de que se va a incumplir la meta”.
El economista recuerda que la anterior regla indicaba que, este 2024, el déficit fiscal no tendría que ser mayor del 2% del PBI. Sin embargo, el MEF fijó nuevos techos de 2,5% en abril y de 2,8% en julio, lo cual “afecta la credibilidad fiscal del país y traslada el problema para los siguientes gobiernos”.
Al igual que las previsiones de diversas instituciones privadas, la cifra de déficit que proyectó el Banco Central de Reserva (BCRP) para el 2024 supera la estimación del MEF: se ubica en 3,3% del PBI. Ante esta situación, Francke afirma que “no existe una fuerza institucional que lleve a controlar esto, porque el próximo año se verán los intereses reeleccionistas del Congreso sin mayor contrapeso, lo cual es preocupante”.
Respecto a la mejora en la estabilidad institucional que arguye Moody’s, Juan José Marthans, exjefe de la Superintendencia de Banca Seguros y AFP (SBS), refiere que, si bien hay menos tensión entre el Gobierno de Dina Boluarte y el Congreso, el acuerdo implícito entre ambos poderes atenta contra el equilibrio del frente fiscal y la seguridad nacional.
“Moody’s ha mejorado la perspectiva de la economía, pero no ha cambiado la calificación. Esa es una señal que puede modificarse en los 12 próximos meses. Si es que las cosas no están yendo bien para el frente sociopolítico y fiscal, ello podría llevarnos a retroceder no solamente en términos de la perspectiva para la economía peruana, sino también en la posibilidad de degradar al Perú”.
Además, Marthans considera que nuestro país necesita crecer sobre el 4% para revertir la pobreza y distribuir mejor el ingreso, pero no lo logrará en los próximos años con este ritmo. Sobre este mismo tema, Francke concluye señalando que las cifras de crecimiento económico se deben a un efecto rebote por factores climáticos y que “no existe una política para impulsar la producción hacia adelante”.