A fin de promover el acceso y la competencia en los servicios financieros en el Perú, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) cocina una propuesta para diversificar la banca.
“Tenemos que competir más. No queremos que los servicios financieros sean monopolizados por dos o tres bancos. Tenemos que abrir el sector, por ejemplo, en la transferencia de dinero, que está monopolizado por dos empresas”, mencionó ante la Comisión de Fiscalización y Contraloría del Congreso. Dicha medida está dentro del pedido de delegación de facultades legislativas solicitadas al Congreso para la reactivación productiva.
El economista y docente José Távara cataloga de sorpresivas las afirmaciones de Arista, ya que se dan poco después de que el Banco Mundial advirtiera sobre el daño que generan los monopolios y la influencia política empresarial al devenir de la economía regional —situación de la que no estamos exentos—.
“El Banco Mundial dice claramente que en Latinoamérica, y obviamente Perú, coexisten un pequeño grupo de superempresas grandes que tienen poder de mercado, y al otro extremo, tienes empresas chiquitas y débiles, las que no pueden desarrollarse y progresar por el poder monopólico, oligopólico y monopsónico que ejercen (los concentrados)”, afirmó para La República.
De acuerdo con datos de la SBS, son cuatro bancos los que concentran poco más del 80% de los créditos y depósitos: BCP, BBVA, Scotiabank e Interbank.
Y, de dicho puñado, el BCP es el que capta más parte de la torta, con ratios del 35% al 40% para sectores corporativos, grandes y medianos. Le sigue BBVA, con tasas de hasta 30% en medianas empresas, y Scotiabank, con 20% a nivel corporativo.
Távara señala que Arista no está descubriendo la pólvora, pero da un guiño a atender un problema estructural que afecta a todos.
Por ejemplo, el spread es uno de los efectos más tangibles de la concentración financiera —es decir, la diferencia entre la tasa que nos cobra un banco por prestarnos y lo que nos da por depositarles nuestro dinero—. En el seno de la pandemia, la figura fue esta: por S/2.000 que ahorramos en el BCP, solo ganaremos S/4,00 en un año; y si pedimos el mismo monto, nos cobrarán S/928 anuales. La situación no ha cambiado tanto.
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“Los bancos matan a sus potenciales competidores absorbiéndolos. Ya pasó con Confianza, que fue adquirida por BBVA o Mibanco, que es del grupo BCP. Se deben controlar las fusiones”, dijo Távara.
El funcionario aseguró que se debe ser cauto con los pedidos para rebajar la tasa impositiva en algunos sectores, pues, si bien es un incentivo para atraer las inversiones, estas reducciones no son la fórmula para recuperar la senda de crecimiento. “La experiencia demuestra que no es así”, aseveró.
Por otro lado, consideró que la tasa de interés del 6,0% fijada por el BCRP “es alta”, y espera que se consolide la inflación para que este indicador baje y así se darán más oportunidades para consolidar el sistema financiero y abaratar el crédito al que accedemos los peruanos: hipotecarios y tarjetas, por ejemplo.