La recaudación tributaria, un clarísimo reflejo del andar de la actividad económica de un país, cerró el 2023 con un desplome de 12,3%, informó ayer la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat).
De esta manera, se recaudaron S/10.530 millones menos respecto al ejercicio 2022. En el 2023, los ingresos tributarios del Gobierno central fueron S/147.246 millones.
La caída de la recaudación tributaria del año 2023, explica Sunat, se debe a la evolución de la actividad económica. El PBI habría caído alrededor de 0,5% (tal como anticipó el Banco Central de Reserva), mientras que la demanda interna se contrajo cerca de 1,6%.
Asimismo, el ente recaudador advierte el impacto negativo de algunas medidas normativas como la Ley n° 31556, que establece la tasa especial temporal de IGV de 8% para restaurantes, hospedajes y hoteles hasta finales del 2024; o la Ley n° 31903, que permite la libre disposición de los fondos de las cuentas de detracciones correspondientes a las mypes.
Así, por ejemplo, la recaudación por el impuesto general a las ventas (IGV) ascendió a S/83.444 millones durante el año 2023. Esto es casi S/5.000 millones en comparación con el IGV del 2022, que fue de S/88.444 millones.
Para el economista y docente de la PUCP José Oscátegui, que la recaudación haya caído es una pésima noticia para un país que se caracteriza, de por sí, por tener una bajísima presión tributaria respecto a sus pares en la región.
“Es una situación terrible porque van a faltar ingresos para atender una serie de cosas mínimas en materia de seguridad ciudadana, salud, educación o construcción de infraestructura”, advirtió el experto.
Es importante precisar que el presupuesto público de este año se esbozó con base en escenarios económicos diferentes a los que hoy tenemos. La cifra aprobada por el Congreso fue de S/240.806 millones.
“Todo lo que está presupuestado va a ser afectado y habrá recortes. El gasto va a ser menor y con los problemas sociales existentes, la situación puede volverse peligrosa para el país porque no estamos en condiciones de dejar de atender las prioridades”, subrayó Oscátegui.
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De acuerdo con el exministro de Economía y Finanzas Pedro Francke, la caída de los ingresos fiscales llega en un contexto donde el Congreso “sigue erosionando y perforando” el fisco; por lo cual urge elevar la presión tributaria porque este 2024 exige —muy aparte de la recuperación elemental de la inversión privada y la confianza empresarial— reactivar a la inversión pública para afrontar los embates de El Niño y la agenda del rebote.
En todo el 2203, la recaudación tributaria solo consiguió un avance en febrero, cuando progresó en 2,3%. De esta manera, los ingresos tributarios acumulan 10 meses consecutivos en caída libre.
Según la Sunat, también han pasado factura los menores ingresos provenientes de la recaudación correspondiente a la campaña de regularización del ejercicio 2022, que se pagó en el 2023.
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Atenuaron la caída las menores devoluciones de impuestos realizadas durante el año 2023, las mismas que disminuyeron 12,2% con respecto al año 2022.
Infografía - La República