¿Cuál ha sido el impacto económico de los conflictos sociales para la minería?
––Debemos definir si se trata de conflictividad social o se confunde con un conflicto político. Esto claramente tiene carácter político y eso ha entorpecido las operaciones mineras. A nivel mundial antes hacíamos el 7% de la producción de cobre ahora hacemos la mitad y pasamos del tercer lugar en principales productores al décimo, porque no nos dejan avanzar.
¿Cuál ha sido la pérdida para el país?.
––Las Bambas (Apurímac) perdía por día paralizado un millón y medio de soles, el PBI de está región está hoy 7% por debajo, Las Bambas representa el 70% de su PBI y lo peor es que todo puede continuar y puede causar mayores pérdidas sobre
todo en Cusco y Apurímac , porque ambos reciben beneficios. El Estado dejó de percibir 4.5 millones de ingresos diarios a causa de las huelgas. En 2022 Las Bambas producía 250 mil toneladas de cobre fino y tiene una capacidad de producir 400 mil toneladas, pero desde 2016 hasta la fecha han parado más de 400 días.
¿Se anunciaron nuevas huelgas , esto qué significa para los inversionistas?
––Estamos en incertidumbre política que obviamente afecta la decisión de los inversionistas, la percepción de nuestro país es mucho peor que la que teníamos
hace años. En los últimos 30 años hemos alcanzado logros sumamente importantes. La pobreza bajó del 60% al 20%, colocando al país en clase media, el problema es que la incertidumbre podría hacernos retroceder todo el avance y eso no les importa a los protestantes.
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La población considera que la minería deja muy poca renta y se usa como argumento en las protestas.
––La corrupción es uno de los factores determinantes en la calidad de la inversión. Ese es el problema, damos lo que nos piden, pero mira del 60% que se deben usar en obras que cierren brechas, al menos el 20% de las inversiones se van en construir estadios, en vez de ir a la educación o la salud y siempre le echan la culpa a la empresa minera que ya pagó sus impuestos.
Se vocea el posible retiro de Zafranal en Arequipa ante la posición del gobierno regional de quitarles las tierras.
––Se debe evitar ese desastre. Si nosotros vemos dónde se produce cobre en el país solo tenemos dos regiones importantes Cusco y Moquegua. Todas las demás tienen un solo proyecto entonces ¿cuándo este se acaba con qué se quedan? Las exploraciones están paralizadas por culpa de permisos. Me preguntó: ¿de dónde van a salir los minerales que le van a dar estabilidad en el futuro a esa región?
En Arequipa es simple, se termina Cerro Verde y no hay otro proyecto. En Ancash pasa igual con Antamina, en Tacna con Toquepala y en Ica con Mina Justa. Los arequipeños ya pararon Tía María y ahora Zafranal, son ellos quienes se van a perjudicar después. Paralizan la minería por razones ideológicas. Antes era el discurso ambiental ahora es un discurso político que acusa a la minería de no dar lo suficiente a las regiones, pero preguntemos a los gobernadores regionales cómo son las cosas.
¿Cómo va el precio del cobre?
––Ha bajado pero por una recesión mundial, nada grave ni de periodo largo. Nuestras proyecciones dicen que en la segunda mitad del próximo año el precio del cobre estará en 5 dólares la libra, hoy está en 4. Por ello, el Perú debería producir 50 millones de toneladas ahora solo es 25. Países cómo Perú y Chile, los dos principales productores de cobre, tenemos una oportunidad de oro este año, para generar nuestro desarrollo.
Este año podríamos llegar a 2.8 millones de toneladas pese a los conflictos pero solo si nosotros tendríamos la decisión política de desbloquear los proyectos entre los dos producimos el 52% de cobre a nivel mundial, está parte del mundo sería la esquina mundial del cobre. Al menos Chile la tiene clara pese a sus problemas la población sabe que el cobre es el sueldo de Chile , acaso el cobre no es también el sueldo del Perú.
¿Qué piensan hacer con las nuevas huelgas? El principal objetivo suele ser el corredor minero .
––Habría que preguntarle al gobierno y los políticos que piensan hacer, no somos los encargados de defender el Estado de Derecho solo nos queda exigir su cumplimiento. Tenemos mesas de diálogos constantemente, pero el problema es que gran parte de las quejas no incluyen ni siquiera a la mina sino al gobierno central.