Luego de tres meses de protestas, desde Fitch Ratings estiman que las dudas sobre la capacidad del Perú para recuperarse siguen latentes, ya que se espera que la inversión continúe debilitándose, así como el crecimiento económico.
La agencia extranjera mantiene en BBB — es decir, con riesgo moderado — la calificación peruana, mas prevén que el PBI crecería este año y el próximo en 2%, lejos del 2,8% de otros países con la misma reputación crediticia.
Dicho estancamiento del repunte económico "podría socavar la trayectoria macroeconómica y fiscal del soberano, en relación con sus homólogos ‘BBB’. Las políticas monetarias y fiscales más restrictivas ralentizaron la demanda interna”, agregó Fitch Ratings, de acuerdo al portal Bloomberg.
Héctor Collantes, director asociado de Fitch, indicó al medio citado que la piedra angular de la crisis es de carácter político, al concentrarse los problemas “geográficamente”, lo cual genera que los efectos se distribuyan desigualmente.