Un grupo de entre 30 y 50 pobladores procedentes del anexo de Huancute, en la región Ayacucho, irrumpió este domingo en el campamento minero Inmaculada, operado por la compañía Ares, perteneciente a Hochschild Mining.
De acuerdo a información compartida por la empresa de capitales ingleses, la manifestación puso en riesgo la seguridad e integridad física de los 1.700 trabajadores de Inmaculada, luego de que un día antes, en la madrugada del sábado, fuera cortada la malla metálica en el perímetro de la operación.
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“Un grupo de invasores arrojó piedras a los volquetes que circulaban por la mina, poniendo en peligro la seguridad de los trabajadores e interrumpiendo las operaciones de la mina”, dijo la compañía en un comunicado previo.
Hochschild asegura que los terrenos ocupados para el proyecto aurífero cuentan con el respaldo legal de servidumbres mineras y contratos firmados con los terratenientes y el Estado peruano, así como con la comunidad campesina de Huallhua.
Hochschild y Ares presentaron denuncias legales ante la Fiscalía Nacional y la Policía Nacional y exigieron la intervención inmediata de las autoridades peruanas.
Hochschild Mining planea invertir US$ 4.400 millones en Inmaculada para extender su vida útil hasta 2042.