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Economía

¿Por qué no bajan los precios a pesar de la exoneración de IGV a cinco alimentos?

Gobierno implementó medida para favorecer a las familias más vulnerables debido al alza de precios de alimentos; sin embargo, a más de una semana que entrara en vigencia, no se ven los resultados. Conozca aquí las razones.

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El problema radica en que no se le exonera de IGV a la cadena completa de producción del alimento, señala especialista. Foto: Mary Luz Aranda/URPI-LR

Por Jackeline Cárdenas y Mary Luz Aranda

El 1 de mayo entró en vigencia la norma que exonera del impuesto general a las ventas (IGV) a cinco alimentos: pollo, huevos, azúcar, pan y fideos, al ser productos principales de la canasta básica familiar que presentan un alza en su precio. La medida busca beneficiar a las familias más vulnerables; sin embargo, conforme pasan los días no se ha observado una disminución.

Un equipo de La República hizo un monitoreo de precios de estos cinco productos en mercados minoristas de Cercado de Lima, Comas, San Juan de Lurigancho, Chorrillos y Villa María del Triunfo. Lo que encontramos fue que el kilo de pollo entero cuesta entre S/ 8 y S/ 9, es decir, casi S/ 2,5 más con respecto a la semana pasada.

Los productos que mantienen su precio al alza son el azúcar, que va entre los S/ 3,50 y S/ 4,80, y los fideos entre S/ 3 y S/ 5. Mientras los huevos presentan una ligera reducción, pues se encuentran entre S/ 6,5 y S/ 7,3, cuando la semana pasada no bajaba de los S/7 el kilo.

En lo que se refiere a supermercados como Plaza Vea y minimarkets como Tambo y Mass, hemos podido verificar mediante el comprobante de pago que, en efecto, no se cobra el IGV en estos productos. Sin embargo, observamos que el kilo de pollo en el señalado supermercado se mantiene en S/ 7,70.

¿Por qué no bajan los precios?

Consultamos con Enrique Castellanos, docente de Economía de la Universidad del Pacífico, respecto a por qué no bajan los precios a pesar de la medida. El especialista señala que hay dos factores que se deben considerar:

“De 25% a 30% de compras de alimentos a nivel minorista se hacen por canales formales, como por ejemplo los supermercados y minimarkets, así que el 70% es informal donde no se pagan impuestos ni de ida ni vuelta. Ese es un problema porque están a espaldas de las medidas que pueda dictar el gobierno”, precisa Castellanos.

Por otro lado, Castellanos dice que el problema también radica en que al no exonerarse del IGV a la cadena completa de producción, la exoneración al precio final del producto no tiene sentido.

“El IGV es un impuesto al valor agregado, cuando yo produzco pollos tengo que pagar la luz, agua, teléfono, alquiler, alimentos balanceados, entre otros, y yo pago IGV por todo eso, entonces cuando vendo el pollo recupero ese IGV, pero si me dicen que no lo cobre, no hay forma que yo pueda recuperar el IGV de los insumos que he usado”, explica Castellanos.

Finalmente, el especialista indica que lamentablemente, tanto para los canales formales e informales, la medida se queda a medias, lo que va a generar falsas expectativas en la gente y malestar social. Además, alerta que la variación de los precios, como ha ocurrido ahora que ha subido el pollo y ha bajado el huevo, no son reflejo de la medida de exoneración, sino que se trata de otros factores como, por ejemplo, una mayor producción y oferta del producto.