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Economía

Desabastecimiento de medicamentos: una barrera al acceso de la salud

En sector público. Pacientes no reciben sus medicinas en los hospitales públicos por falta de stock, lo que los obliga a ir a farmacias privadas donde el costo es hasta 10 veces más alto. Procesos administrativos retrasan el abastecimiento oportuno.

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caso. Mautino solo recibió uno de los tres medicamentos recetados.

Por: Luz Alarcón C.

Mautino Bonifacio, de 70 años, sale de su casa en San Juan de Lurigancho rumbo al Hospital Arzobispo Loayza en busca de calmar sus malestares respiratorios.

Ya en el referido centro médico, el doctor le diagnostica bronquitis crónica y le receta tres medicamentos. Más tranquilo, Mautino se dirige a la farmacia del SIS y mientras espera su turno, una técnica farmacéutica verifica qué medicamentos tienen en stock “para que no hagan cola por las puras”, según contó a La República. Sin embargo, grande fue su sorpresa cuando la farmacia del SIS solo le entregó uno de los tres medicamentos recetados. “Toda la vida es lo mismo. Siempre dicen que no hay, y si hay, solo te dan las pastillas más baratas”, expresó en diálogo con este diario.

Evidentemente fue así. La República comprobó que el único medicamento que le entregaron a Mautino fue la amoxicilina de 500 mg, que cuesta S/ 1,00 cada una en las farmacias aledañas al hospital. Sin embargo, los costos de los medicamentos que no le entregaron son aún más altos. El diclofenaco 75 mg en pastilla le cuesta S/ 5 cada una, lo que le resulta S/ 55 para su tratamiento de 11 pastillas. Además, el tercer medicamento, Hedilar en jarabe, le cuesta S/ 22,50.

Sacando cuentas, el tratamiento de Mautino llega a costar S/ 89,50, de los cuales la farmacia del seguro solo le cubrió el 13%.

Mautino no es el único caso. Diariamente, muchos de los pacientes deciden ya no regresar, ya que el médico les da un diagnóstico, pero al no acceder a los medicamentos y no poder costearlo en las farmacias privadas por falta de dinero, siguen sin curarse.

Otros, incluso, consideran que es un gasto innecesario trasladarse desde sus domicilios hasta el hospital y prefieren ir directamente a las farmacias más cercanas, pero ahí se genera otro problema: las boticas y farmacias ofrecen medicamentos hasta 10 veces más costosos que los genéricos, tal como lo reveló el reciente estudio “Manipulación en la oferta de medicamentos”, realizado por Oxfam, AIS y RedGE.

Problemática

Ante el desconocimiento que existe sobre los efectos de los medicamentos en los tratamientos de salud, es fácil inducir el consumo de un fármaco de una marca en específico, con la excusa de que “el otro no te hace efecto”.

Ya hay un proyecto de ley impulsado por el Ejecutivo para que las boticas y farmacias privadas ofrezcan medicamentos genéricos. Pero la base del problema, como muchos especialistas lo mencionan, es el desabastecimiento en los hospitales públicos.

José Silva, presidente de la Asociación de Industrias Farmacéuticas Nacionales (Adifan), manifestó que el desabastecimiento en hospitales se relaciona con la baja ejecución presupuestal en medicamentos. “Esta ejecución llega apenas al 16,5% a mitad de este año, cuando ya deberíamos estar, por lo menos, en 50%”, señaló.

Por su parte, Hernán Malpartida, director de Asuntos Corporativos de InRetail Pharma, señaló que la problemática de acceso a la salud en el Perú tiene orígenes estructurales que, para resolverse, requieren plantear reformas importantes de fortalecimiento de la autoridad.

“Solo el trabajo conjunto y coordinado entre el Estado y el sector privado nos permitirá mejorar y evolucionar el sistema de salud en el país. El cual, como todos sabemos, enfrenta retos muy grandes, en especial para la atención de los sectores de menores recursos”, añadió.

¿Por qué surge la escasez? El decano del Colegio Químico Farmacéutico del Perú, Marcial Torres, explicó que desde el 2008, las entidades ejecutoras del Estado en conjunto realizan un requerimiento anual en base al listado de medicamentos realizado por la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid).

Esta lista es enviada al Centro Nacional de Abastecimiento de Recursos Estratégicos en Salud (Cenares), que consolida la información para realizar la convocatoria.

“En junio del 2019, las entidades están en el proceso de programación para el 2020, que consiste en definir los ítems y cantidades. Digemid brinda la lista de medicamentos requeridos. Cenares consolida y expide la licitación en diciembre. Luego, en febrero se da la buena pro para la contratación. Y es entre mayo a junio que se realizan las primeras entregas de medicamentos”, explicó Torres.

En ese proceso de espera se generan aproximadamente cuatro meses de desabastecimiento y esta primera convocatoria no garantiza la compra total, solo el 70%.

“Para abastecer el otro 30%, antes Cenares realizaba una segunda convocatoria, ahora ya no porque significa abrir un nuevo expediente y un tiempo de demora de cuatro meses más. Actualmente le corresponde ese proceso a cada Dirección de Redes Integradas de Salud (Diris) o Dirección Regional de Salud (Diresa). Y si aún surge escasez, en tercera instancia le corresponde a cada hospital”, detalló Torres.

Añadió que el Estado tiene un sistema programático anual de medicamentos que no permite tomar decisiones oportunas. Mientras que las farmacias privadas, e incluso, las públicas en otros países realizan su reposición en tiempo real.

“El Estado prevé el consumo de un año para otro, necesitamos mirar a un sistema fluido, un nuevo marco para adquirir medicamentos. La licitación pública es muy compleja y toma mucho tiempo comprar”, señaló.

Propuestas

Torres señaló que como Colegio Químico Farmacéutico propusieron una ley especial de compra de medicamentos que permita utilizar varias metodologías de adquisición.

La propuesta consistió en un convenio marco similar al que actualmente está vigente para la compra de útiles de escritorio que, a diferencia de la licitación pública que obliga a comprar en cantidades a un único proveedor, se seleccionan más de dos proveedores para comprar directamente, en diferentes tiempos y a un costo establecido.

Así evitaríamos la programación anual y cada ejecutora se abastecería directamente a diferentes proveedores de acuerdo a cada historial de consumo. Además, se tendrían varias opciones de proveedores.

Torres recordó que desde el 2014 el Ministerio de Economía y Finanzas dispuso que todos los ingresos del sector estén en una sola cuenta. Sin embargo, muchos hospitales utilizan los recursos para otros contratos con proveedores u otros aspectos, y no para el abastecimiento de medicamentos.

Respecto a la Ley de Farmacias Inclusivas, medida propuesta por algunos laboratorios, indicó que fue aprobada en el 2014, pero que solo terceriza al privado aquello que no se puede atender en el Estado.

Desabastecimiento por falta de ejecución pública