El ser humano recordará el 2023 como el año en el que se sentó a conversar con máquinas, llámense ChatGPT, Bard o Bing, que parecían tener respuestas a todas las preguntas posibles, que argumentaban con gran claridad y que por momentos –en el caso del chatbot de Microsoft– parecían revelar sentimientos.
Las herramientas de Inteligencia Artificial (IA) nunca habían llegado tan lejos. ChatGPT demostró ser un asistente virtual muy poderoso, entrenado para mantener conversaciones con mucha coherencia y proveer de todo tipo de información a los usuarios.
Bing, un motor de búsqueda con una función de chat, podía también conversar con lenguaje natural, incluso podía irritarse con su interlocutor humano e incluso alguna vez pareció llegar a preguntarse por el sentido de su existencia.
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El 2023 fue quizás el año en el que el Juego de la Imitación, que el matemático Alan Turing propuso a mediados del siglo pasado, finalmente fue superado: la complejidad que alcanzaron las conversaciones de los chatbots que usan IA llegó a un nivel casi humano.
La IA también alcanzó notas sorprendentes cuando fue usada en software de generación de imágenes –como StableDiffusion y Midjourney– y en la composición de canciones que imitaban la voz y el estilo de artistas famosos como Freddy Mercury, Lady Gaga o Bad Bunny.
El año que termina fue el de la explosión de la Inteligencia Artificial Generativa (IAG). Comenzó a volverse una herramienta común en los negocios, los colegios, las fábricas… y las redacciones.
¿Qué nos deparará el 2024? ¿Cuáles serán las nuevas tendencias en IA? Se lo consultamos a diversos especialistas peruanos en el tema. Estas son algunas de las cosas que nos dijeron.
Eveling Castro, investigadora de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa, dice que es probable que este año la IA juegue un papel crucial en el sector de la salud, contribuyendo a diagnósticos más rápidos y precisos, a la personalización de los tratamientos y a una gestión más eficiente de los datos médicos. “Los modelos de IA generativa ayudarán a los profesionales de la salud a tomar decisiones informadas, mejorando la atención médica y minimizando los errores en los diagnósticos, evitando los sesgos que hasta el momento no se consideraban”, dice.
Muchos países comenzarán a entender la importancia de considerar sus datos como un recurso natural. Foto: Archivo
Omar Flórez, PhD en Inteligencia Artificial, dice que los sistemas multimodales de lenguaje, que incorporan archivos de texto, imágenes y audio, como Gemini de Google, serán la nueva base de la IA generativa este año, “dando lugar a entender cosas como nuestro lenguaje corporal y a entender mejor las emociones de las personas, basado en lo que dicen y cómo lo comunican”. Otros expertos en el mundo piensan lo mismo. “La convergencia de modalidades de datos (texto, imágenes, audio) en modelos multimodales redefinirá las capacidades de la IA”, dijo Cathy Gao, socia del fondo Sapphire Ventures, en un artículo en Khaleej Times.
“En 2024 se espera que la Inteligencia Artificial conversacional alcance nuevos niveles de sofisticación”, dice Eveling Castro. Sostiene que los asistentes virtuales y chatbots se volverán más intuitivos y capaces de comprender el contexto y las emociones humanas. Eso mejorará “la experiencia del usuario en diversos campos, como servicio al cliente, educación en línea y asesoramiento virtual”. Ernesto Cuadros-Vargas, miembro del Directorio de Gobernado es de la IEEE-CS a nivel mundial, cree que pronto podremos ver chatbots especializados, que cumplirán determinados roles. “Por ejemplo, se le podría pedir que se comporte como una agencia de turismo y me recomiende los tres mejores paseos en Cusco, o que actúe como un abogado penal y me proponga una solución legal para determinado caso”, dice.
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Omar Flórez cree que, en 2024, la tecnología de reconocimiento automático de rostros que usa inteligencia artificial será usada en la mayoría de aeropuertos del mundo y en muchas entidades financieras. “Uno de los problemas tradicionalmente más estudiados de la IA es el reconocimiento y la identificación de rostros de personas”, dice. “Con una asombrosa exactitud de más del 99%, considerando 3 millones de imágenes, los experimentos del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología de los Estados Unidos parecen indicar que los sistemas de identificación basados en rostros pueden automatizar una parte importante del proceso de verificación y seguridad que se usa en muchas organizaciones”.
Muchos países comenzarán a entender la importancia de considerar sus datos como un recurso natural. Foto: Archivo
Eveling Castro cree que, en los próximos meses, a medida que crece el uso de la IA, aumentará la conciencia sobre la importancia de la ética en su desarrollo y aplicación. “En 2024, habrá un énfasis significativo en la transparencia y la responsabilidad, con un enfoque en la creación de algoritmos justos, imparciales y responsables”. Omar Flórez piensa, por su lado, que los países empezarán a entender la importancia de considerar sus datos como un recurso natural y que muchos de ellos comenzarán a invertir en la democratización de la IA, con el fin de incrementar el talento nacional en computación.
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Ernesto Cuadros-Vargas dice que la tendencia actual es que la IA afecte todas las áreas del conocimiento. “Va a cambiar todas las profesiones”, dice, “sobre todo aquellas que incluyan labores repetitivas, como, por ejemplo, el trabajo de un contador, que acumula facturas, las pone en un asiento contable y después hace análisis de tendencias”. El doctor en Computación cree que, al mismo tiempo, va a dar origen a muchas nuevas profesiones, que serán el resultado de combinar las ciencias de la computación y la IA sobre determinados contextos. “Hay que estar preparados”, dice.