Ha sido Agamenón en Troya (2004), fue el primer Hannibal Lecter del cine en Manhunter (1986) y también fue el coronel William Stryker en X-Men 2 (2003). Pero el papel de su vida le llegó a los 70 años, cuando el productor Jesse Armstrong lo llamó para ofrecerle el personaje de Rogan Loy, un implacable magnate de las telecomunicaciones, en una serie que estaba preparando para HBO Max llamada ‘Succesion’.
Seguramente Brian Cox (Escocia, 1946) no esperaba que con el tiempo esa producción llegase a convertirse en lo que es hoy: una de las series de la década, premiada con el Emmy 2022 y aclamada unánimemente por la crítica.
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Y que su Logan Roy, ese octogenario jefe de familia, desalmado, cruel con sus propios hijos, pero que al mismo tiempo los ama intensamente, pasaría a la historia como uno de los grandes personajes de la televisión. Por años, Cox ha pertenecido a esa estirpe de actores que, sin ser megaestrellas, se han ganado un lugar en la élite de Hollywood gracias a la fuerza interpretativa que imponen a sus personajes, por lo general villanos, hombres complejos, despiadados, cuya ausencia de escrúpulos se revela tan solo con la mirada.
Pero lo que ha conseguido con ‘Succession’ está a otro nivel. “No tenía idea de que (la serie) fuera a tener tanto éxito”, les dijo a medios españoles. “Sabía que sería una serie genial, no me malinterpretes, siempre me encantó y tiene un guion fantástico, pero no sabía que la gente se iba a volver tan loca como ha ocurrido”. También ha reconocido la grandeza del personaje al que dio vida. “Ha sido una gran experiencia, un gran regalo. Ha crecido más allá de mí, se ha convertido en un ícono”, indicó.
ÉXITO. Luego de cuatro temporadas, el 29 de mayo, la exitosa serie de HBO Max llegó a su fin. Foto: archivo
Para quienes no han visto la serie, ‘Succession’ cuenta la historia de los Roy, una familia dueña de un conglomerado internacional de entretenimiento en el que se incluyen medios de comunicación, estudios de cine y hasta parques
de diversiones. La trama está parcialmente inspirada en la vida de Rupert Murdoch y sus dos hijos, Lachlan y James.
Como Murdoch, Logan Roy es un magnate al borde del retiro, que debe desentrañar a cuál de sus hijos —Kendall, Shiv, Roman o Connor— le deja la compañía. Ellos, unos más que otros, quieren arrancársela de las manos de una vez, pero el viejo se resiste a soltarla. Durante cuatro temporadas, la serie explora esas relaciones ambivalentes y tóxicas en las que se mezclan la codicia y los celos con la compasión y el amor.
“Si miras el show, él está condenado como el hombre más horrible en el mundo”, le dijo a Vanity Fair sobre su personaje. “Pero lo único que está haciendo es tratar de encontrar un sucesor para su negocio. Y está esperando que estos chicos alcancen la marca. Pero semana tras semana, ellos no alcanzan la jodida marca”.
‘Succession’ es, también, una sátira sobre la vida de los millonarios del mundo, que van a cumpleaños en helicópteros y se hacen lujosos regalos mientras se apuñalan en secreto.
“La gente en esa posición desconecta de cualquier forma de realidad”, dijo Cox. “Logan es un arribista, solo está preocupado por sus negocios, que le han llevado en una dirección y le han convertido en alguien de éxito. Me gusta pensar que cuando era joven tuvo unos ideales, pero rápidamente se vieron erosionados. Y creó esa familia. Él recuerda a sus hijos como niños y ama a esos niños, pero ahora se han convertido en monstruos”.
En el capítulo tres de la última temporada, Logan Roy muere. Cox dice que sabía que el momento llegaría —después de todo, tenía que haber una sucesión—, pero que, igual, se sorprendió. Siete capítulos después, ‘Succession’ llegó a su fin. La crítica lo ha considerado un final extraordinario. Cox, con 76 años, dice que fue una gran experiencia, aunque ahora está esperando el siguiente papel.