En un festival que se efectuó poco antes de que se declarara la pandemia del Covid-19, Lourdes Palomino participó de un reto que se planteó al final de una de las competencias: “A ver, quién dura más haciendo giros de caabeza...”, dijo el animador. Ella y cuatro o cinco chicos —todos hombres— levantaron la mano. Los invitaron al escenario y al conteo de 1, 2, 3, empezaron a dar vueltas de cabeza. Poco después, cayó el primero. Y luego un par de chicos más. Lourdes siguió girando sobre su cabeza al lado de otro muchacho que le dio pelea un rato hasta que al final se derrumbó. Ella se impuso.
Lourdes es la campeona peruana de breakdance y su nombre de batalla es B-Girl Monchi. En el pasado ha competido muchas veces contra chicos, pero también ha luchado un montón contra el prejuicio de practicar este baile urbano, nacido allá por los años 80 en los Estados Unidos. “Al comienzo hasta mi familia estaba en contra de que practicara este baile porque lo asociaban a que lo bailan los vagos, o los drogadictos, o pensaban que era una pérdida de tiempo”, cuenta Lourdes en la plaza de Armas del distrito de El Agustino, muy cerca de su casa.
Para llegar a ser la B-Girl número 1 del país, debió dedicarle muchas horas al baile y mucha disciplina. Su acercamiento fue casi de casualidad: su hermana mayor acudía a uno de los cursos que dictaban en el Boulevard de la Cultura del distrito y un día que Lourdes fue a buscarla se dio el ‘clic’: le gustó ver las figuras y acrobacias que hacían los chicos y se animó a inscribirse. No pasó mucho tiempo para que el profesor Jack Nizama le dijera que tenía condiciones y que la becaría.
"Voy a campeonatos en varios países europeos, necesarios para mejorar mi ranking y lograr el objetivo máximo que es la clasificación a los Juegos Olímpicos". Foto: John Reyes
Tenía 15 años, era el año 2013 y así empezó su historia en el breakdance. Ganó su primer campeonato tiempo después, en una competición en Ate, a donde se presentó sin conocer a nadie. “No sabía cómo era la dinámica de la competencia, cómo calificaban, solo me presenté y demostré lo que sabía en la pista”, detalla. Esa vez hizo pareja con una chica de Villa el Salvador que conoció en el momento de inscribirse, y luego compitió en un 2 contra 2 del que salió victoriosa. “Todavía tengo mi copa por ahí”, dice riendo.
El baile le daba alegría y calma a su corazón, pero en estos años también ha debido afrontar momentos difíciles. Justamente cuando estaba estudiando la carrera de Gastronomía y también empezaba a despegar en el baile se puso mal de salud: tuvo una grave infección por cálculos en la vesícula. Los médicos dijeron que si no la operaban, se moría. Y aun si la operaban, las posibilidades no eran muchas. “Prácticamente me desahuciaron”, cuenta tranquila, como recordando un mal sueño.
Pero sobrevivió. Y entonces se empezó a preguntar: “¿Qué hago con mi vida”. Decidió que el breakdance la hacía feliz. Y con unos amigos empezó a ir a bailar y hacer sus acrobacias en los semáforos. Trabajó un tiempo en el cruce de las avenidas México y Aviación, de La Victoria. “Ahí ganaba más que cuando trabajaba en la cocina de un restaurante. Podía conseguir 50, 60, a veces hasta 100 soles diarios”, recuerda.
A Lourdes la invitan a varios torneos en el mundo, pero muchas veces no puede ir por falta de fondos para el viaje. Foto:archivo
Eso le dio experiencia y más ‘calle’ de la que ya tenía por haber crecido en un barrio duro, en lo alto de un cerro de El Agustino. Poco a poco se hizo de un nombre en las competencias nacionales. Cuando el 2020 se anunció que el breakdance sería incluido como deporte olímpico por primera vez en París 2024, aquí los cultores de esta disciplina crearon una asociación de breaking y organizaron un circuito de competencias con una fecha para la final nacional, que se realizó el 2022. Lourdes superó todas las etapas clasificatorias y en la gran final sacó a relucir todos sus recursos para llevarse el campeonato.
“Esa vez vinieron bailarines de todo el Perú y fue inspirador ver el nivel”, recuerda. Ella practica con amigos de su barrio y con su pareja, que también es breakdancer o B-boy. El estilo que le gusta es el powermove, aquel que tiene mucho de movimientos acrobáticos. Para Lourdes no es problema pararse de manos, mantenerse en el aire sostenida con solo un brazo, hacer giros con la cabeza, dar saltos mortales hacia adelante o atrás, incorporarse desde el piso de un salto, o hacer tijeras manteniendo la mitad de su cuerpo en el aire.
Ha estado en países vecinos como Chile, Bolivia y Colombia. Está clasificada entre las 16 mejores bailarinas de breakdance en Latinoamérica y eso le alcanzaría para ir a los Juegos Panamericanos de Santiago 2023, pero para mantener su lugar debe acudir a todos los campeonatos que le permitan sumar puntos en el ranking. “Por ejemplo, México está mandando a sus atletas a muchas competencias. Si ellos suman puntos y yo no, pueden desplazarme del ranking. Y mi clasificación a los Panamericanos estaría en peligro”, menciona.
En París 2024, el breakdance será deporte olímpico por primera vez. Foto: John Reyes
Ya una vez dejó pasar una invitación a un campeonato mundial en Japón por falta de dinero para el pasaje y ahora nuevamente tiene una invitación para un mundial en Montpellier, Francia. Desde que logró el campeonato nacional es embajadora de ADN Perú, una plataforma de Tendencias Nuevo Mundo que busca visibilizar productos peruanos. Ya ha conseguido costear los pasajes, pero todavía le hace falta la bolsa de viaje que asegure su estadía en Europa.
“Después de Francia voy a campeonatos en varios países europeos, necesarios para mejorar mi ranking y lograr el objetivo máximo que es la clasificación a los Juegos Olímpicos París 2024. Si no compito, no tengo ninguna posibilidad de hacer puntaje para clasificar”.
Por estos días, Lourdes se prepara para competir en el Festival Pura Calle, el evento de hiphop y cultura urbana más grande de Latinoamérica, que se realizará en el Parque de la Exposición el 5, 6 y 7 de mayo. Después se irá a Europa y está haciendo varias actividades para su bolsa de viaje. Toda la información está en su Facebook (Lourdes Palomino bgirl monchi) y su Instagram (@ bgirl_monchi). En el mundo hay B-boys y B-girls que viven de esto y viajan por el mundo participando de festivales de cultura urbana. Ya tuvimos un representante de skateboard en Japón 2021, ¿por qué no apoyar al breakdance?