En enero último, en un video difundido en Telegram, se le ve dando peculiares palabras de aliento a militares rusos que habían luchado en la guerra contra Ucrania. Crudamente, el empresario militar Yevgeny Prigozhin (61) les dice que se necesita de sus “talentos criminales para matar al enemigo en la guerra”. Sus palabras no son gratuitas, se ha difundido en varios medios que aquellos soldados serían presos de cárceles rusas reclutados por el Grupo Wagner, la empresa militar privada de Prigozhin que, según la BBC, tiene más de 20 mil mercenarios en la guerra contra Ucrania, un 10% de todas las tropas rusas en el frente.
En ese mismo video se le escucha prometiendo su libertad a los reclusos, una vez que hayan cumplido seis meses en la guerra. ¿Quién es este hombre que se cree con el poder de condonar penas como si fuera el presidente de Rusia, Vladímir Putin?
Lo que se sabe de este personaje es que por mucho tiempo fue llamado “el cocinero de Putin”, pues tenía una empresa de cátering que se volvió contratista estatal de las escuelas de San Petersburgo y Moscú. La BBC subraya, además, que Prigozhin se integró en el círculo de élite del mandatario en 2001, cuando Putin iba a cenar a su lujoso restaurante flotante en San Petersburgo. “Parece que a Putin nunca le llamó la atención y lo dejó actuar, y eso ha hecho que Prigozhin se mueva en la estructura del poder ruso con bastante facilidad”, menciona el internacionalista Ramiro Escobar.
iro Escobar. No ha sido hasta la guerra contra Ucrania que Prigozhin ha salido de las sombras. El periodista ruso, colaborador de The New York Times, Mikhail Zygar, dijo esta semana en una columna que “más gente lo ve como la figura con más probabilidades de suceder a Putin”. Su fama empezó a crecer cuando se le vio recorriendo las cárceles rusas reclutando prisioneros para el Grupo Wagner, pasando por alto a todas las instituciones estatales. También ha criticado la actuación de los mandos militares rusos en la guerra de Ucrania. Y su “victoria propagandística más poderosa”, dice Zygar, ha sido aparecer vestido con ropa militar en la ciudad ucraniana de Soledar, que había sido ocupada por los paramilitares de Wagner, reivindicando la superioridad de sus soldados frente al ejército ruso.
“Putin normalmente arrincona a cualquiera que le hace sombra, en el caso de Prigozhin no lo ha hecho aún porque es un viejo aliado. Es alguien a quien Putin le permitió hacerse rico, pero, probablemente, como ha ganado posiciones en el sector defensa, trate de hacerle alguna cortapisa”, agrega Escobar.
Se dice, además, que el empresario está detrás de la fábrica de troles, Internet Research Agency (IRA), que interfirió en las elecciones de Estados Unidos de 2016 con sus campañas de desinformación. Prigozhin lo reconoció en noviembre pasado, reseñó la BBC, y añadió que seguirá haciéndolo “con cuidado, precisión, cirugía, como sabemos hacer”.
Y para terminar esta reseña siniestra, según NYT, Prigozhin se convirtió en una especie de “héroe del pueblo” cuando hace uno meses ensalzó la muerte de Yevgeny Nuzhin, exprisionero ruso que desertó a Ucrania tras ser reclutado por el Grupo Wagner, por lo que fue asesinado a mazazos. Los políticos y empresarios más radicales apoyaron a Prigozhin, así como los reporteros militares “patrióticos”, que trabajan en medios propagandistas y fascistas.
“En las próximas semanas se definirá qué tanto peso tiene Prigozhin a nivel político, porque a nivel social, empresarial y económico ya lo tiene. Habrá que ver si Putin le permite ganar posiciones”, concluye Escobar.