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Domingo

El nuevo camino de Katy Jara

¿Qué pasa para que una exitosa conductora de TV y cantante de cumbia abandone su carrera y se refugie en la fe? Katy Jara habla del nuevo rumbo de su vida y de su futuro como intérprete cristiana

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EN VIVO. La cantante participará este 10 de junio en el concierto que la agrupación Miel San Marcos dará en el Estadio de San Marcos. Foto: Gerardo Marín / LR.

Katy Jara estaba en el mejor momento de su carrera cuando surgió la pandemia del COVID-19. Tenía canciones listas para lo que iba a ser su nuevo disco, su negocio de ropa se había consolidado y “Domingos de fiesta”, el programa que condujo durante más de siete años, había logrado descentralizarse. Lo peor vino después

En mayo de 2020, la intérprete y su esposo Marvin Bancayan se contagiaron de coronavirus. Fue ella quien llevó la enfermedad a casa, debido a que tenía que seguir grabando para el espacio televisivo de TV Perú, pese a la cuarentena impuesta por el gobierno. Fue ella también quien se llevó la peor parte.

La cantante de cumbia recuerda que vivió días realmente agobiantes. Tuvo dificultades para conseguir medicamentos para aliviar sus dolores y temía acabar en el hospital y no ver más a los suyos, como sucedió con miles de peruanos. Ya recuperada, retomó sus proyectos con esperanza, pero también con mucho miedo.

Cuando se sintió más segura, Katy Jara y su esposo nuevamente contrajeron el Covid-19, pero esta vez en Piura. No imaginó que participar de actividades proselitistas con el fin de que Marvin consiguiera una curul en el Congreso de la República le iba a costar tan caro. El virus regresó a su cuerpo, pero no con la misma fuerza. En cambio, su esposo tuvo menos suerte. El temor por la salud de Marvin hizo que la intérprete de “Déjenme sufrir” se aferrara a Dios.

Superado ese momento, Jara y su cónyuge afrontaron muchos problemas de pareja y su relación se parecía poco a lo que difundían en redes sociales. Fue así que el divorcio asomó como la única salida para terminar con sus pesares. Pero otra vez -cuenta la cantante- lo divino fue su refugio. También para su esposo. Desde entonces, no han dejado de caminar juntos.

Adioses

Al inicio, seguir al pie de la letra lo que dicen los textos bíblicos no fue fácil para Katy Jara. Pensó que con dejar de lado los eventos de cumbia y las minifaldas era suficiente. Sin embargo, quería abrazar mucho más su fe. Fue así que en diciembre de 2021 y después de unas seis semanas de insomnio y ritos cristianos, la cantante decidió dejar el programa que tanto amó.

Lo único que se llevó en el corazón fueron las sonrisas de las personas que bailaron y cantaron con ella. Otro momento complicado fue cuando tuvo que alejarse de los músicos que la acompañaron en las buenas y en las malas, desde el 2004. Ellos fueron testigos del apoyo que recibía fuera de Perú y del rechazo de las radios de Lima a su arte. Katy Jara siente que está empezando de cero.

No cree que su nombre le haya abierto puertas en la música cristiana ni que la estén utilizando para vender más entradas para el concierto de Miel San Marcos, que se realizará este 10 de junio en el estadio San Marcos, al que ha sido invitada. Sueña con ese concierto y también sueña con tener su programa propio para ayudar a sus colegas y difundir sus nuevas canciones. “No sé en qué canal ni en qué señal, pero Dios ya lo puso en mi corazón”, dice.