Por la época en que Jorge lo conoció, el autor de Los gallinazos sin plumas, el hombre flaco, el de la timidez infinita, tenía una debilidad por el vino de Burdeos, la música de Bach, los boleros de Luis Miguel, la salsa de Antonio Cartagena. Jorge había leído sus cuentos más conocidos en la época colegial y había quedado maravillado. Y seguro Jorge había querido -como todos los jóvenes seducidos por las pequeñas tragedias cotidianas de sus personajes- conocerlo, saber más de él. Y ya en la universidad, el azar lo llevó un día a cruzarse con unos amigos sanmarquinos en Letras, y probar suerte, a ver si el escritor los recibía. Y ocurrió. Les dio unos minutos y tuvieron dos horas de diálogo memorable.
Desde aquella vez, Jorge Coaguila se convirtió en el ribeyrólogo más destacado, incansable y tenaz. Su más reciente producción es Ribeyro, una vida, una prolija biografía de Julio Ramón Ribeyro, el de Las botellas y los hombres.
Una persona tímida
Le preguntamos cuánto tiempo le llevó realizar estas 586 paginas. Responde: “Esta biografía no fue escrita de manera sistemática. La hice con pausas. Sin prisas. Con mucha paciencia. En el camino, me volví profesor, editor, corrector… La mayor dificultad fue acceder a documentos inéditos, como páginas de su diario o cartas. Conversar con la viuda tomó tiempo, pues al principio desconfiaba de mí. Luego vio que tenía mucha dedicación a la obra de Ribeyro y me contó con confianza aspectos muy privados”.
¿Cuál es el período de la vida de Ribeyro que más te costó retratar y por qué?
El período menos documentado es el diplomático, que va de la segunda mitad de la década de 1970 a mediados de la década de 1980. He viajado en varias ocasiones a París para entrevistar a la viuda, recorrer las calles donde transitó el autor, conversar con los amigos que aún quedan.
¿Y el periodo que te seduce más de él? ¿El que sobrevive en París, el que se hace diplomático, el que regresa al Perú?
El primer periodo europeo es novelesco. Pasar a sobrevivir con pocas monedas en Madrid o París es sorprendente para alguien como Ribeyro que era una persona tímida y con un físico débil. También es muy interesante el periodo final, en el que goza de cierta popularidad, en el que parece un joven enamoradizo rodeado de admiradores. El autor que quiso en el fondo ser reconocido internacionalmente y fallece antes de recibir el premio.
La biografía tiene una vasta información. Coaguila se ha sumergido una vez más en los libros de Ribeyro, en sus testimonios, en entrevistas, cartas, videos y en numerosas entrevistas a familiares, amigos, literatos. “Entrevisté a todos a quienes pude, desde la viuda hasta el conserje del edificio donde pasó sus últimos días”.
¿El libro es un tributo, texto de consulta?
El libro tiene muchas cosas. Un tributo a un maestro de la narrativa. Un ejercicio de investigación. Un ejemplo bueno o malo de periodismo. Un libro de consulta para los ribeyrianos académicos. Es un libro “inconcluso”. Ahora que se publicó encuentro detalles que quiero añadir para una siguiente edición. Puede que sea un libro que nunca se termine. Cuando se publiquen los diarios inéditos, habrá que incrementar alguna información valiosa, sin duda.
¿Una deuda que saldas contigo mismo?
Sí, el libro me libera de una carga muy pesada, pues siempre me preguntaban cuándo se publicaba. He pasado gran parte de mi vida difundiendo la obra de Ribeyro al punto que algunos me han llamado con ironía “la verdadera viuda de Ribeyro”. Ya parecía yo un personaje ribeyriano. Un tipo que planea algo y no concreta, que sufre un chasco, las bromas de sus amigos.