La selección peruana se resignó tras su reciente derrota ante Argentina en La Bombonera. Este resultado dejó a la Bicolor en el fondo de la tabla de posiciones de las Eliminatorias 2026 y la ilusión por el próximo Mundial empieza a apagarse. Paolo Guerrero es consciente de ello y, al término del compromiso, manifestó su total descontento.
El 'Depredador' fue titular en el duelo ante la Albiceleste, pero poco pudo hacer para anotar. Fue sustituido en el complemento y su lugar lo ocupó Gianluca Lapadula. Con una expresión desubicada y de profunda tristeza, Guerrero no aseguró su permanencia en la selección peruana.
A ras de cancha, Paolo Guerrero dejó duras declaraciones tras el Perú vs Argentina. En principio, sostuvo que su futuro en la Bicolor es incierto. Sin embargo, enfatizó en que él siempre estará disponible cada vez que su país lo necesite. A pesar de que muchas veces lo critiquen, señaló que siempre dará la cara por su patria.
"Yo no sé lo que vaya a pasar el próximo año. Mis compañeros creo que han hecho un gran trabajo y solo tengo agradecimiento a ellos y con respecto a mí no sé, no te puedo decir. Es posible que sí (haya sido mi último partido en la selección), pero yo no soy cobarde. No voy a abandonar el barco. Estaré aquí para lo que el 'profe' me pida. Di todo, amo a mi camiseta, por más que mi país me haga doler. Amo mucho a mi gente, a mi patria", dijo para 'Fútbol en América'.
Paolo Guerrero también aprovechó la oportunidad para referirse sobre el arbitraje. De acuerdo a sus declaraciones, las decisiones de Wilmar Roldán condicionaron el juego del equipo. No obstante, señaló que el combinado patrio debió atreverse más.
"No me gusta hablar del árbitro, pero el árbitro nos condicionaba. Cuando nos tocaban a nosotros no cobraba falta, nos empujaban y nada. Es un poco duro. Independiente de eso creo que pudimos hacer un partido donde pudimos jugar más, crearle más peligro a Argentina, pero no nos atrevimos y nos vamos con los bolsillos vacíos. En lo físico estuvimos a la par, pero es difícil cuando el árbitro nos condiciona. A nosotros nos empujaban y no cobraba nada, pero a Messi lo tocabas con un dedo y cobraba todas. Si ves las que tuvieron son de pelota parada", comentó.
Finalmente, comentó que varias veces hizo movimientos al espacio para que sus compañeros le manden un balón largo y él puede pelearla. Sin embargo, por más que lo hacía, nadie entendía su intención de jugada.
"La presión de ellos en el medio campo fue intensa, pero podíamos jugar más, lanzar más, yo quedaba mano a mano, hacía la gambeta para que me tiren una pelota, pero nada. Eso es lo que me deja pensando. Nos faltó atrevimiento, ser más conchudos y que la bola corra. Podíamos crearle más situaciones, porque quedaban mal parados. A veces perdíamos mucho la pelota. Podíamos tenerla más y no solo correr detrás de la pelota todo el tiempo", añadió.