Paolo Guerrero continúa entrenando al margen del primer equipo de la Universidad César Vallejo, mientras busca llegar a un acuerdo con la directiva del cuadro poeta y desligarse del club, al cual llegó en febrero de este año.
El delantero de la selección peruana quiere quedar en la condición de libre, por tal motivo, la escuadra trujillana estaría exigiendo una importante suma al Depredador en medio de las negociaciones. La República pudo conocer que Paolo deberá pagar 400.000 dólares para que pueda dejar el cuadro norteño y poder fichar por otra escuadra.
Cabe recordar que el delantero de 40 años no quiso jugar ante Alianza Lima el último sábado con la César Vallejo, y mientras se encuentra abierto el mercado de pases de la Liga 1, los rumores indican que tendría la intención de llegar a un acuerdo con el club de La Victoria. Sobre ello, es válido recordar que en caso Guerrero decida ser flamante refuerzo íntimo, solo tendrá hasta el próximo sábado 31 de agosto, fecha en la que se cerrará el mercado de transferencias en el fútbol peruano.
Fue el administrador blanquiazul, Rafael Medina, quien se refirió a la posibilidad de que el atacante llegue a La Victoria. “Alianza Lima es sumamente meticuloso y claramente respetuoso de los contratos vigentes de Paolo Guerrero o de cualquier otro jugador”, señaló Medina a RPP. “Nosotros tenemos superclaro que una persona como Guerrero debe recibir el éxito que requiere su carrera y que debe cumplir las obligaciones contractuales”, agregó.
Asimismo, el máximo directivo de Alianza recomendó al delantero de 40 años que solucione su tema contractual con César Vallejo. “Por supuesto, como se le exigiría a nuestros jugadores o a los jugadores que nosotros quisiéramos traer a nuestra institución”, finalizó.
Guerrero llegó a Vallejo en medio de mucha incertidumbre, pues cuando en un principio parecía que su contratación estaba cerrada, la situación se dilató más de la cuenta al enfrascarse en un conflicto legal con el cuadro trujillano, buscando invalidar su fichaje y asegurando que en Trujillo no iba a sentirse seguro.