París 2024 está a la vuelta de la esquina. La participación peruana genera gran expectativa por la notable delegación que nos representará en este gran evento, que reúne a los mejores deportistas de distintas partes del mundo. Una de las que dirán presente en la Ciudad de la Luz es María Luisa Doig, experimentada esgrimista peruana que ya sabe lo que es dejar el nombre de nuestro país en lo más alto.
Es dentista de profesión, pero encontró su mayor inspiración en el esgrima. Desde muy pequeña, empezó a practicar este deporte y se enamoró de él. Poco a poco, gracias a las victorias y derrotas, fue mejorando y ganándose un puesto en esta disciplina. María Luisa Doig es una apasionada por lo que hace y, en conversación con La República, nos cuenta sus inicios, sus obstáculos, cómo se sintió ser la primera peruana en ganar una medalla en los Panamericanos y cuáles son sus planes a futuro.
Desde los 5 años, María Luis Doig entró al mundo del esgrima gracias a su abuelo, quien la acompañaba a cada una de sus competencias. Hizo un clic con el deporte y hasta ahora lo disfruta como si fuera la primera vez. Además, a la corta edad de 16 años, representó a nuestro país en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008.
—¿Cómo inicias en el esgrima? ¿Cuáles fueron tus primeros pasos?
—Mi abuelito fue quien me inculcó hacer un deporte, pero un deporte que sea parte de mi vida, que no sea solamente una academia de verano. Así que mi abuelo era socio del Club Regatas en ese entonces y me dijo: 'Vamos, busquemos un deporte que sea tuyo y que te guste'. Entonces, me llevó aquí y allá hasta que en un tercer piso vimos un combate de esgrime y fue como un amor a primera vista y, me quedé. Es más, en esa época no había internet. Entonces, nos fuimos a la biblioteca, buscamos libros para entender la teoría y luego ponerlo en práctica. Mi abuelito fue el mayor impulsador de mi potencial dentro del deporte.
Siempre tuvo fe en mí y siempre lo tuve desde pequeña con seriedad. Desde muy pequeña, empecé a participar en categorías mayores y eso, de cierta manera, me dio un plus porque tenía mayor roce competitivo. Una anécdota es que, como cábala al inicio, hacía un papelito y hacía firmar a toda mi familia 'María Luisa victoria' y el papelito me lo ponía en mi mano, luego lo ponía en el bolsillo del uniforme de esgrima. Esas son algunas cosas que quedaron. Así comenzó estas experiencias competitivas. Al inicio, no había tanta gente y participaba en competencias mixtas.
María Luisa Doig comenzó en el esgrima desde muy pequeña. Foto: Instagram/María Luisa Doig.
—¿Cómo fuiste creciendo en el deporte y qué dificultades atravesaste?
—Bueno, mi abuelito no está conmigo físicamente, está en mi corazón. Él fue quien contagió a toda mi familia. Al final de cuentas, somos una red de apoyo a mi familia, que no solamente son ellas, sino también son amigos de amigos. Tengo tíos que me han ayudado en el proceso. Mi tío 'Paco', por ejemplo, trajo unas cositas hasta Hungría. Tengo tías que me han acompañado en mis derrotas, amigas que han estado dándome la mano. Me quedaba en la casa de mi hermana por un par de noches en Barcelona porque no me alcanzaba el dinero. Por todas las competencias, es imposible poder invertir tanto dinero. Entonces, veíamos la manera o me quedaba con mis propias contrincantes.
Dentro del deporte aprendes a ser resiliente, aprendes a adaptarte. Son aventuras y me encanta también poder explicarles que es parte de la aventura y muchos deportistas también se sienten identificados, sobre todo en este continente, donde lamentablemente la gran mayoría de los países son subdesarrollados y no tienen las facilidades. Ver que, a pesar de todo, uno triunfa y lo consigue, es bastante motivante.
Durante los Juegos Panamericanos 2023, María Luisa Doig protagonizó un hito histórico: se convirtió en la primera medalla que Perú logró en esgrima en este evento. Aquella niña que llegó con su abuelo no paró de conseguir preseas, ya que en su palmarés registra un total de 53 galardones internacionales.
—¿Cómo fue esa sensación de ser la primera medalla del Perú en esgrima en unos Panamericanos?
—Bueno, de hecho me emocioné muchísimo. Yo digo que medalla es medalla, es una alegría para el país y, sobre todo, porque ha sido la primera dentro la historia del esgrima peruano. Entonces, sí me llenó de mucha emoción, no gané la de oro, se me escapó en esa oportunidad, pero lo di todo y creo que eso es lo más importante, el poder representar a mi país. En esos momentos, también estábamos en representación de Jenny Martínez. Lamentablemente, falleció un mes antes, de verdad que fue muy triste y fue dedicado a muchas personas.
De hecho, era muy triste no poderla tener porque era parte de la delegación. Ella fue parte de este grupo que trabajó arduamente, consiguió auspicios, estuvo moviendo todo para que nosotros podamos obtener lo mejor y, bueno, es triste porque fue una mujer muy admirada por el deporte en general. (…) Me llenó también de muchísima emoción porque son 28 años de carrera deportiva y por fin lo conseguimos, hemos conseguido subir al podio en Juegos Bolivarianos, Juegos Odesur, Juegos Panamericanos, y ahora estamos en la lucha por una medalla olímpica.
—¿Cuál ha sido el crecimiento del esgrima en el Perú? ¿Consideras que ha ido cambiando con el trascurso de los años?
—Hace unas semanas hubo un campeonato de menores, fui abrumada porque no conocía a los niños como tal porque normalmente voy a las competencias de mayores. Vi tantos niños, vi el fairplay en ellos, vi la competitividad y las ganas de ganar. Las celebraciones propias mías en ellos, en niñitos de siete u ocho años que están disfrutando plenamente el deporte. De verdad, me enorgullece ver cómo ha crecido mi deporte. Lo puedes ver en la nueva generación, las categorías juveniles, cadetes. Podemos ver en los Juegos Bolivarianos de la juventud, de los que hemos traído seis medallas. Ha sido un éxito y no solamente es María Luisa Doig la imagen de la esgrima peruana, sino también es el equipo esgrima Perú. Eso me enorgullece porque los países ya nos miran con otros ojos.
María Luisa Doig emocionada tras ganar una competencia. Foto: Instagram.
—¿Qué expectativas tienes para París 2024? ¿Cómo te ves en este evento?
—Yo creo que estoy mucho más preparada tanto física como mentalmente, sobre todo en lo mental; el esgrima es muy mental. Estoy mucho más madura, tengo más experiencia porque he podido ir a múltiples competencias en este circuito que me ayudan también con el tema de la autoconfianza. El trabajo que se estaba haciendo desde que volví de lleno al alto rendimiento ha sido espectacular. Mis asistencias también a los entrenamientos han sido impecables, nadie me puede decir que he faltado. La única ausencia que tuve tal vez dentro del ciclo fue cuando mi abuelita falleció, que me tomé unos días porque fue una pérdida muy grande para todos nosotros, pero de ahí hasta feriados porque se tenía siempre un objetivo y lo hemos obtenido.
—En cuanto a medallas, ¿crees que podrás alcanzar la de oro?
De verdad que yo no estaba buscando la clasificación de París. Yo regreso y lo que sí prometí es que era todos juntos en París, o sea, todo mi equipo juntos en París. Ese era el objetivo porque no me sentía preparada. Tanto física como mentalmente faltaban muchas cosas, muchas piezas para encajar y yo dije: 'Son casi ocho años que voy a estar curtida'. Se dio en buena hora porque de verdad que regreso y le meto turbo a esto. Y eso se ve desde el inicio. Empiezo a ganar competencias internacionales y este último ciclo ha sido el mejor ciclo olímpico que he tenido en cuanto a logros, y eso hizo que todo el equipo piense en grande. Creo que todos los deportistas que van a ir a los Juegos van a ir en busca de esa medalla, no van a quedarse mediocremente pensando solo estar en París. Por lo menos, esa no es mi perspectiva, nunca la ha sido, y siempre les he dicho a todos los periodistas que me han hecho entrevistas: 'Yo busco el podio y gracias a Dios se ha dado, y hoy por hoy te lo digo a ti también que vamos por eso'.