Un jugador como Diego Armando Maradona, considerado uno de los mejores de la historia, debería tener varios Balones de Oro en sus vitrinas, pero no es así. Al menos en 1986, año de su gran participación en el Mundial de México, el ‘Pelusa’ debió llevarse el premio al mejor futbolista del mundo. Pero, sorprendentemente, se lo llevó el soviético Igor Belánov, quien en ese año jugaba en Dinamo Kiev. Pareciera que quizá los periodistas del France Football de ese entonces tenían algo en contra el argentino, aunque esto no era así, ya que en esos años la premiación se realizaba de otra manera.
Hasta 1995, el ‘Ballon d’or’, como se dice en francés, se entregaban solo a jugadores europeos que se desempeñan en una de las ligas del Viejo Continente. Aunque, hubo dos excepciones a la regla: Alfredo Di Stéfano y Omar Sívor. Ambos nacieron en Barracas y San Nicolás de Los Arroyos, Argentina; no obstante, lograron el máximo reconocimiento individual por sus nacionalidades española e italiana respectivamente.
A raíz de que ese año se cambiaron las reglas y, en homenaje a Maradona por su desempeño en el fútbol europeo, la revista decidió entregarle un Balón de Oro honorífico, un galardón que Diego recibió con gusto, como se ve en las fotos de la presente nota.
Maradona y su Balón de Oro honorífico. Foto: Maradona/Facebook
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Si bien en 1997 Ronaldo se convirtió en el primer sudamericano en ganar el premio como el mejor en aquel año y desde ahí lo tuvo Rivaldo, Ronaldinho y Kaká; recién desde el 2007 se abrió el premio para cualquier futbolista en cualquier liga del mundo. Aunque, hasta ahora, no se ha entregado a alguien que milite fuera de Europa.
A raíz de la pandemia por el COVID-19, France Football no realizó una premiación de Balón de Oro habitual, sino que armó su ‘Dream Team’ y premió con un esférico dorado a todos los integrantes del equipo ideal. Maradona fue celebrado nuevamente por ser parte del plantel de ensueño, un reconocimiento que también obtuvieron Messi, Cristiano y Pele.