El Mundial Qatar 2022 está próximo a celebrarse y 32 países buscan alzar la Copa del Mundo. Sin embargo, en medio del creciente acervo deportivo, pocos recuerdan una de las insólitas anécdotas que marcaron el fútbol: el robo del trofeo Jules Rimet de la vitrina del Central Hall Westminster, meses antes de iniciar el Campeonato Mundial de Inglaterra 1966.
Aunque los detectives de Londres buscaron indicios sobre el paradero de la copa, dos meses después, un perro logró encontrarlo en una de las calles de la ciudad y se convirtió en toda una celebridad. ¿Cómo ocurrió este insólito hecho?
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Un escándalo en la historia del fútbol. En enero de 1996, la Copa Jules Rimet —trofeo que se le entregaba a las selecciones ganadoras entre 1930 y 1970— había sido traído a Inglaterra, país anfitrión del campeonato mundial de ese año.
Con el fin de presentarla al pueblo inglés, los organizadores exhibieron el trofeo en un vitrina del Central Hall Westminster, en Londres. Sin embargo, lo que pasó días después conmocionó al mundo: se habían robado el trofeo del mundial.
Según los noticieros de aquella época, el robo sucedió cuando el único guardia a cargo había tomado un descanso para ir a cenar. El suceso puso en duda las operaciones de seguridad de la Policía de Inglaterra.
Dos meses después, la historia dio un giro inesperado cuando Pickles, un perro de pelaje blanco y negro, logró encontrar la Copa del Mundo en uno de sus paseos matutinos.
“Saqué a mi perro Pickles a caminar. Salió de la casa y se fue derecho a donde estaba el auto de mi vecino. No dejaba de olfatear (el carro). Me fijé y vi en el piso un paquete muy cuidadosamente empacado. Rasgué un pedazo del periódico que lo cubría y vi Brasil, Alemania Occidental (...) Mi corazón empezó a palpitar más rápido ¡era la copa del mundo!”, comentó años después David Corbett, dueño de la mascota, en una entrevista a BBC.
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Por recuperar el trofeo, el Club Nacional de Deportes de Inglaterra premió a Pickles con una medalla de honor y una recompensa de US$ 1.500 para su dueño. También, recibió un año de comida gratis por parte de una compañía de alimentos de mascotas.
Así mismo, Pickles y David Corbett fueron invitados a la cena de gala junto a la reina Isabel II y la selección de Inglaterra tras haber ganado el Mundial de ese año.
Aunque esta anécdota tuvo un ‘final feliz’, la historia del robo volvería a repetirse 17 años después en Rio de Janeiro.
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